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varios año , el mercado editorial d

educación inicial. Luego

me independicé y fund · la ditorial Montebianco, que también

lideró e l me rcado de 1994 a 2000. Hicimo megaeventos,

c ngresos, vendíamo de 30 mil a 40 m il libros al año. Despué ,

por prob lema admini trativo , no e tafaron 80 mil dólare

en un olo año, y, po r la cri i económica, tuvimos que cerrar.

También empezó la compe t e n c ia má

fu e rte d e

la

tra nacionales. En la época de Fujimori e ga tó millo ne de

dólares en compra de Libros y licitacione y olo e le dio a La

má grande . A las empre a chi as no no pueden mandar a

competir con la empresa grande , lo que

í

nos pueden dar

e un p queño pedazo d e la torta en comprar lo bueno qu

tenemo . El Estado debería de apoyar tanto a lo grande como

a lo pequeños. El problema en nue tro pai e que n

e ve el

crecimiento de una

ciedad, sino el crecimient de cuatro o

cinco empre a . Mira Chile o Argentina, lo empre arios e tán

unido , chileno

co n chil eno , argenrino

con a rgentino ,

compiten, tienen u e trategia , pero e ayudan entre ello ,

pri ilegian u empre a nacionale .

Yo entro al mercado hace 15 año y olamente había d o

grande edito rial e

e n e l país, ah o ra s mo

44 qu e n

dedicamos al mercado infanti l. ¿Por qué han crecido tant ?

Primero porque lo de cubrimiento a nivel de cien ia , d

neurología, de la p icologia han ayudado mucho a entender el

de arrollo del pen amiento humano y e o, a nivel educativo,

ha hecho que al niño no l

tomemos como un e r que no

entiende, que no abe, que nece ita nue tra ayuda. Lo niños,

o rprendentemente, no enseñan co a . Lo nue o métodos

d e e n e ñ a n za h an variado radi ca lme nte g racia

a e to

de cubrimi ento .

En nue tra ed itorial, por ejempl , no olo nos en focamo

en

el

a pecto cogniti o, me intere an lo a pecto

en m

. ,

la educació n a partir de l

artí rico, de lo sen o ri a l, n o

nece ariamente por un gusto sino p r darle al niño lo que es

mejor para ello . Soy partidaria de darle al niño ha ta lo 2

año y med io una educación reali ta, concreta, nada fa ntasio a.

EL niño debe con ocer el mund o tal como e . De pué

la

imagi nació n puede olar. El er humano ha ta lo 2 y 3 año

aprend p r lo

entido . Dime, ¿qué mejor aprendizaje que

estar en contacto con el anido del

iento, de la Llu ia, tocar

el rocí

e n la mañana, o le r la tierra húmeda? ¿Qué e tás

haciendo? E tá

exacerbando lo

entido a mil po r mil,

aprendiendo a di tinguir la cosa con mayor rapidez. Eso no

Lo pu ed en hace r la mu ltimedia ni lo CD-ROM, que o n

eminentem nte vi uale . En

ta p rimera etapa el niño aprende

no olo po r lo que ve, aprende por lo que

iente, po r lo que

toca, por lo que hu e le, por todo

us ci nco entido . La

educación d ebe d e se r aho ra di tinta, má vive ncia!, má

cercana a la naturaleza.

Lo

importante, aquí en la editorial Ariel, e que eamo

muy serios en la elaboración de lo

libro . Bu camas lo que

VISIONFS DE

U\

MODERNIDAD DESDE LO CHOLO

Ind io.

Y

que

lt,ego lkvaron esta

solución

ecléctica

al terreno de

la cultura.

Aquí,

como en el

cas o del bio·

mecanicismo,

la aplicación del modelo

al

campo

de

Las políticas

culturales

y

de

educación nos

conduce a

callejones

sin

salida, que

lindan frecuentemente con

el

absurdo. ¿Qué rasgos

culuirales enten·

demos

como mesriz:os?, ¿mesriz;os de

qué?

¿

H

ablaTemos de culturas

mulacas,

z;ambas,

cuarteronas? ¿Cómo

deslindar

los

componentes

si

no

existe

en la

cultura

nada

comparable al

gen o al cromosoma?

Y ¿en materia

de qué políticas?,

¿debemos favorecer al

mestiz;aje en

desmedro de

los

stocks

originales?

¿Debemos

proteger la

purez;a

de

las

raz:as

culturales?

¿Cómo

podría hacerse

semejante

cosa

sin encerrar dentro

de

murallas

al

país

y

a

los representantes

de

su «cultura

autóctona»? De

aquí a

la

práctica de

una «eugenesia

cultural»

media un

solo paso. abemos que muchas

de nuestras

dictaduras que se

llamaron

«nacionalistas•

no

vacilaron

en

dar ese

paso

con grave daño

de

nuestros

verdaderos

intereses

culturales.

pp.

24-26

Fuenzalida, Femando. La cuestió n del

mestizaje cultural

y

la educación en el

Perú de nue eros días. Lima, Pontificia

Universidad Católica del

Perú,

1993.

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