((El modelo
de arro llado por lo
provinciano
e
fundamenta en el
fortalecimiento de
formas asociativas
recíproca andinas
que permiten el
autofinanciamiento))
152
E verdad que la depuran, la «embellecen» (aunque en
realidad las vuel en un producto de élite), per e ta apropiación
le arrebata la voz a un ector menos pri ilegiado, dando por
entado que la forma mi ti e
la manera «co rrecta» y má
repre entativa fo rma de cantar el entir ayacuchano.
Máximo Oamián, por el contrari o, hace bailar con u violín
a runa y a danzak en la
fie tas patronale , fundí ndo el
agudo onido de u in trumento con las alta
oce campe ina
que celebran la
ida y us rito propiciatorios de fertilidad y
anación.
El me tizo escucha e te sonido como «propio de indígena
>>,
nunca para ser
cuchado en un alón o bailado en una ca a.
Es una manera de segregar toda ía má a la ca ta
inferiore de
e ta ociedad e tamental cerrada.
in embargo, lo renovador
es cuand
escuchamo
la impronta y la fuerza del huayno con
arpa que -rompiendo con us ligadura de ca ta
de da
e-
e
abre paso conqui tando multitude y haciendo que lo viejo
patrone
e perturben.
El tiempo de lo gamonale e tá llegando a su fin . Perdieron
el camp , p rdi r n la tierra, inclu ive han perdido lo
igno
y lo
ímbolo , la hegemonía cultural. Ese mérito d
la música
e
la confirmación de que lo
tiempo de 1
runas e tán por
llegar, de un pueblo que baila con su in urgente onido que lo
de borda y lo tra pasa. Esto
ti empo ya no
n de no talgia
provinciana ino de chola capitalina .
Lo
«pa ito para bailar•
nos lle an del «pa ito tun tum• al •zapateadito, zapateadito».
6. Conclu iones
Mi entra la nue a Lima desborda al e tado anómico y auti ta
con u propio e in urgente de arroll o, dejemo en ciar alguna
preci iones. Para la in urgencia popular, el mot r del cambio
e
la rei indi ació n del
u trato anee tral, pero en la
modernidad . C mo hemo
i to, no e nece ario renegar de
la
raíc
para er moderno. Esto e
la clave de un amanecer
di tinto.
Cabe eñalar tambi én que la ociedad e tamental y u
Estado trad icio nal pretende eguir imponiendo u agenda al
o tener qu el principal pr blema de la ociedad peruana es
el raci mo, cuando no
un único patrón de raci mo o de
maltrato étnic
el que e
tá
en juego.
En una ociedad mestiza
el
tema del raci mo no e o tiene.
Todo
mo me tizo , no hay grupo que n
lo ean) al o la
pequeña etnia de lo no contactado dentro del e pa io
amaz · ni co.
La
implican ia de esta falacia
lo que ha llevado
co n tantemente a la con tru cción del futuro en ba e a la
eliminació n del otro. Bajo la pre un ión del raci mo,
iempre
hay alguien que
tá obrando. Es peligro o egui r por esa ruta.
Hoy erá pa ar el reto de la blancura, mañana confrontarno
con el pantone de la raza cobriza indoamericana. Y con ello
iempre habrá alguien que e té obrando.
Co
uio
LO GIOLOEN EL PERú