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(~
Ante
el
bloqueo de su
integración en
el
mundo
criollo
y cosmopolita del
Pern
oficial, que
determinan
los costos de
incorporación
y la incapacidad promo–
ciona!
de
las
instituciones
del
Estado,
la
mayoritaria masa urbana de migrances
se hace cargo, al promediar
la
década de
1980, de su propia dinámica
económica,
social y cultural.
Las
barriadas y los barrios
populosos
convenidos en
crisoles que
fusionan
las
distintas tradiciones
regio–
nales,
se
convienen en
focos poderosos de
un nuevo
mestizaje
de predominante
colorido
andino, generando
estilos
de
mltura,
opciones
económicas,
sistemas de
organización
y
creando
las
bases de una
nueva
insticucionalidad que se expande,
encontrando
escasas resistencias,
entre
los
resquicios de las estructuras oficiales,
desbordando
sin
pudores, los
limites
de la
legalidad cada vez que éstos se
oponen
como
obstáculos.
Para 1984 la
inmensa coTTiente
migratoria
de
las
décadas pasadas ha
reducido su uolumen y
el
fenómeno
de
desplazamiento demográfico comienza a
perder imponancia
como
cal.
La s
consecuencias de
este
proceso para la
vida
de la capital empiezan,
sin
embargo, a
manifestarse,
en
forma dramática . Lima
se ha
convenido en
escenario de
un
masivo desborde popular.
Este
desborde
lleva el sello de
la
composición
dominante
andina de
su
nue
a población que
proyecta sus esrilos. Lima muestra ya
un
nuevo
rostro y comienza a perfilar una
nueva identidad.
MATO
MAR, JOSÉ. Desborde
p.opular
y
crisis del Estado. El nuevo
ro tro del Perú en la década de 1980.
Lima,
lnstitLtto de Estudios Pemanos,
Segunda Edición,
1985 (Primera
edición
de
1984). pp. 78
·
80.
9
Después pasé a una escuelilla. C uando era muy niño parece
que e ra bastante precoz. En Ancahuasi recuerdo que me
llevaban a la e cuela con una profesora que era muy bonita, de
la que me acue rdo mucho. Iba a caballo a estudiar las primeras
palabras, el abecedario. Aprendí a leer en una mañana de un
día domingo. Estábamo con un hombre que era lustrabotas,
hij o d e un carpi ntero llamado Oblitas, y reco rríamos el cerco,
que parecía un andén . Él había traído un abecedario. Me sentó,
y me lo hacía repetir como un juego, y en la tarde ya e taba
leyendo yo todo el libro. Fue un aprendizaje tan rápido que
me pareció que n o hubo ninguna dificultad , ni para mí ni
para él. El muchacho me habló de una fo rma que e
fácil. Es
un hecho r a rí imo, p ero a mí n o me so rpre ndi ó. Era
so rprendente para él, que contaba que yo hab ía aprendido a
leer en una mañana. Luego, recuerdo que me pu ieron en el
Colegio de Ciencias cuando tuve uso de razón, a los 7 año .
No o tros éramos 15 h e rma n o . Ocho h o mbre y
iete
muje re . Todos
ivíamos juntos. Soy el primer hombre en mi
fami lia, ante venían cuatro hermana . C reo que po r eso cierto
privilegio me tocaron a mí. Nací con dos remo linos en el
cabe ll.o, símbolo de buena uerte. Ademá nací en manto. A
pe ar de tener tantos hermanos, tenía una vid a ca i solitaria.
H acía mis co a
o lo, me dejaba n o lo. Mi padres estaban en
la fáb rica de café El Gato Negro, con mi tío. Mi padre inventó
con mi tío una forma de ganar e la vida en la fábrica: hacían
vela , cacao, choco late y café. Mi padre era, ademá de eso,
empleado en la ca a Barten. Era vendedor y cobrador. Después
e na ladó a la casa Belliart, e tableci miento que yo conocía
de memoria, y le decía a mi padre q ue me parecía un pue to
importante.
Trabajé e n Cu co. Un montón de co as he hecho. H e
endido revi ta , periódicos, objeto de cañería . He viajado
mucho llevando mercadería a mucha ca as comerciales. Iba a
ender a
icuani, a lo
iete u ocho año . Iba o o lo, a vender
café, vela , también correa , perfume , aceite para máqui na .
Po nía mi precio a las cosas, endía en la plaza o el mercado, o
bien lle aba a la
tienda con un catálogo. Aprendía rápido.
Me inte resaba ese trabajo porque tenía la opo rtunidad de
conocer otra gente, conver ar, y sobre todo podía ve nder en
la
feria , y el lenguaje empleado ahí era el quechua, nada má
que el quechua.
Pintaba desde muy niño. Tengo trabajo que llevé a Parí
e cu lturita pequeña como
La
huida a
Egipto,
pe ebre , y
nacimiento que hacía
el
sa ncuranticuy. Eran trabajo de
imaginería del Cu co. Hacíamos antitos y pa torcito . Y casita .
Lo
año pa aron y eguí haciendo ca ita . Un p iquiatra me
observó y me hizo una especie de cue tionario,
y
me dijo que
una de la
razone por las que hacía ca itas e porque bu caba
protección.
La
ca ita e el retorno a la madre, al hoga r. Eso del
viaje es cu rio o porque han pa ado año , he
iajado al colegio,
a la uni e rsidad, a Bella Artes de Lima, a Perugia, a Parí . He
Co
UJO
W CHOW
EN EL PERú