DE JUGURTA.
barazados con las ramas _,y perdida su formacion,
caian a manos de los nuestros
,
echan precipitadamente
a huir
;
y los mas
arr~jando
las armas se escapan sin
daño alguno al abrigo del collado _,3 de la noche que co–
nienzabaya a cerrarse. Tomaronse quatro elefantes : el
resto hasta quarentaflteron muertos. Los R omanos> aun–
que cansados y rendidos por el trabcgo del camino> del
acampamento >y la batalla
;
viendo que A!Ietelo tardaba
en llegar mas de lo que creían: vanse a
enco12t1~arle
>asi
esquadronados como estaban _,y prontos para qualquier
acontecimiento: porque los engaños de los Númidas no
permitian el menor descuido. Y al principio > quando
llegaron cerca> con la obscuridad de la nochey el ruido
que ambas partes hacian >comienzan unosy otros a te–
mery alborotarse> como si v iniese el enemigo ;3 estuvo
a pique >por esta incertidumbre
_,
de haver sucedido una
gran fatalidad
_,
si los caballos avanzados de una y
otraparte no huviesen aclarado lo que era
;
con lo que el
miedo que tenían_, se troco repentinamente en gozo. Los
soldados aleg1'es llanianse unos a otros por sus nombres:
rati , dum in elephantis aux ilium
putant , po tquam eos impedito
ramis arborum , atgue ita disje -
tos circumveniri vident , fugam
faciunt : ac plerigue , abjectis ar–
mis , collis , aut noctis , gure jam
aderat, auxilio integri abeunt. Ele–
phanti quatuor capti , reliqui om–
nes numero quadraginta interfec–
ti. At Roman i quamguam itinere,
atq ue opere castrorum , et prce–
lio fessi , lassique erant ; tamen,
quod Metellus amplius opinione
morabatur , instructi , intentique
obviam procedunt. Tam dolus
u–
midarum nihil languidi , neque re–
mis i patiepatur. Ac primo ob cu–
ra nocte , po tquam haud procul
ínter se erant , strepitu , veluti hos–
tes adventarent , alteri apud alte–
ras formidinem
imul , et tumul–
tum facere : et pcene imprudentia
admi um facinus mi erabile , ni
utrimque prremi si equites rem ex-
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