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CAPÍTULO
IX
Conclusion
Toca á su término la tarea que nos trazamos al empezar esta
obra. Nos propusimos hacer la relacion exacta de los sucesos
ocurridos en la revolucion de 1870,
y
juzgamos luego que seria
conveniente dar tambien una ligera
rese:A.a,acerca del orígen
y
hechos principales de los partidos tradicionales.
Creemos haber dado fin á nuestro objeto con toda la impar–
cialidad que es posible exigir de aqueÍlos que hemos actuado
en esos mismos acontecimientos, que hemos sido
y
somos par–
tidarios, que nos hemos criado nutriendo el espíritu en las
viejas ideas, que hemos, en fin, pagado nuestro tributo á falsas
nociones de patriotismo
y
de consecuencia política, que han
ofuscado
y
estraviado aún á nuestros hombres de mas claro
talento.
Sea esto dicho en descargo propio, si alguien piensa que no
hemos encarado con bastante altura
y
con bastante fidelidad
los sucesos que narramos.
Del ligero exámen de nuestros partidos se desprende como
consecuencia la conviccion de su ineficacia para el bien
y
la estrechez, la mezquindad de sus propósitos. Tuvieron razon
de ser en su orígen, provocados por dos tendencias sociales
en pugna, que se disputaron el poder por todos los medios,