491 -
respondiendo al atraso de la época y á la falta de educacion
política, mas que á la realizacion de altos principios, ó á la
conquista de reformas saludables en las leyes que ambos si-
mulaban acatar y obedecer.
·
u mision ha sido infecunda, porque se dirigia mas que
á
otra cosa á la posesion brutal, sensual, del mando, que ejercido
por hombres sin aptitudes, sin preparacion, sin condiciones,
tenia por fuerza que refleja r en la administracion vicios y erro–
res que empezaban por el desfalco de los dineros público y
concluian por la supresion de todas las garantias y el descono–
cimiento de todos los derechos.
Tales son con poca diferencia, los procederes de los gobier·
nos esclusivistas que se han adueñado, casi siempre por el
fraude ó la violencia de los poderes del Estado, alejando á sus
adversar ios de la cosa pública y obligándolos muchas veces á
expatriarse para escapar á la persecucion que se les hacia por
sus creencias políticas.
Cuando con el ánimo despojado de toda pasion y de toda
pa rcialidad, se examina el trascurso de nuestra vida indepen–
di ent e, ll egamos á esta única conclusion : hemos perdido un
ti empo precioso en meras banderias infecundas, se han hecho
p rolongados
é
inútiles sacrificios por los dos p artidos, y hoy
como antes, ni los preceptos constitucionales son una verdad,
ni los g obiernos son la espres ion legítima del sufragio popular.
Ahora empero , lo viej os partidos vienen d esde hace algun
ti empo acu ando haber entrado en un p eríodo de d escomposi–
cion. Presentan síntomas inequívocos denunciadores d e una
disolucion p róxima, y no está quizás lejano el dia en que pasen
á figurar solo en el dominio de la hist oria , r eemplazados por
otro nuevos .
E l partido nacional separ ado del mando d urante mucho
y
muchos años, si e ha mantenido ma puro que el otro, ga tado
y cor rompido en va rias administraciones ucesiva , es tá en
cambio minado por la falta de uniformidad de s u
principales
hombr es y mas que por nada, por
u ausencia d el escena rio
político y la actitud pasiva en que se man tien e desde la últi–
ma impropiamente llamada lucha elector a l.
T oda ag rupacion de ciudadanos que e aleja de la a ccion,
que no lucha en el terreno legal de la urnas, del pa rl amento,
d e la prensa, s e condena á muert e
oluntaria . Cesando d e ju-