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por que su alejamiento conduce á dejar
en plena libertad
de accion, al elemento oficial cuya pesada tutela tendrá to–
davía que soportar el país .
Así hemos visto, como fruto legítimo de la discordia reinante
entre los nacionalistas, que han entrado algunos de sus hom–
bres á las Cámaras no en representacion legal del partido,
sino mas bien como producto caprichoso de arreglos para los
cuales ni siquiera fué consultada la voluntad de aquella agru–
pacion.
Lo
mismo sucederá cuando llegue el caso de nombrar en
Marzo próximo el j efe del Poder Ejecutivo. Cada uno de los
ºpocos ciudadanos nacionalistas que figuran en la Asamblea,
dará su voto por el candidato que le merezca mas simpatías ó
con el cual mantenga mejores r elaciones, pero no se podrá decir
con propiedad que tendrá el nombramiento la sancion d e un
partido, cuya misma desorganizacion lo inhabilita para pres–
tigiar y cooperar al
triunfo de una determinada persona–
lidad.
En cuanto á los diputados d el mismo partido, no podrá en
justicia hacerse reproche ninguno á su proceder, porque como
ya lo hemos dicho antes, sus inspiraciones y afecciones pro–
pias son hoy los únicos r eguladores de s us act9s, al faltar
como falta, una línea de conducta trazada de antemano para
ajustar á ella los propósitos de la comunidad.
Es bien singular por cierto la situacion en q ue el r etrai–
miento pasivo del partido nacional, coloca á sus mas d ecidi–
dos partidari os. Como partido no hace el menor esfuerzo para ·
hacer sentir ·su accion y reprochará quizás mañana
á
algu–
nos de sus hombres, el que acepten puestos públicos ó · ma–
nifiesten sus simpatías por un candidato ó por una medid a
que se tome.
Cuando una colectividad ha llegado al sensible caso de
no tener rumbos fijos ni t endencias manifiestas, c uando se
limita
á
mirar los acontecimientos sin hacer nada para acep–
tarlos ó impedirlos, y dejado de tomar la participacion activa
que ha de mover sus aspiraciones en busca de un fin pre–
ciso y det erminado , puede asegurarse con propiedad que ha
terminado su mision.
o pasa lo mismo con el partido contrario, que se mantiene
mas unido á la sombra del poder oficial, r ecibiendo beneficios