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Srª Dª Carmen Cachon, que tenia á su hermano Andrés entre
los oficiales sitiados, fu é la que les comunicó á esto
la in–
imitacion
y
trajo
á
Amilivia su contestacion, aceptando las con–
diciones .
De
an José fueron los Amilivia con el G eneral Lamas para
San Gregorio, donde se hallaron en una derrota que se le
hizo al General Medina. De aquí pasaron
á
la Florida
á
incor–
porarse á Dionisio Coronel y Aparicio , pero habiendo emi-–
grado los dos para el Brasil , determinó el General Lamas,
previa consulta de oficiales, disolver las fuerz as cerca del
paso de José Ignacio· retirándose Amilivia para Montevideo,
donde solicitó indulto del gobernador Cé ar Diaz, quien, no
solo no se lo dió, sino que lo amonestó, lo tuvo tres días inco–
municado y por último lo desterró para el Rosario de anta-Fé .
Vuelto al país cuando el indulto general, tomó parte á favor
del gobierno en la revolucion de Cé ar Diaz, bajo las órdenes
del General Constancio Quinteros, sin encontrarse en com–
bate alguno, pero siempre en campaña.
En la revolucion d el Gen eral Flores hizo toda la campaña
que duró proximamente do años, primero en el ejército d el Ge–
neral Moreno
y
despues en el d el General Gomez, bajo la
inmediatas órdenes de Bastarrica
y
Quinteros, concluyendo
por mandar en jefe el batallon Maragatos, compuesto en su
mayor parte de morenos, y fuerte de 250 plazas. Se encontró
en las peleas de San José, D. Esteban y Maciel y
en todo
el sitio de Montevide o, disolviendo su batallon cuando entregó
la plaza D. Tomás Villalba y asilándose en los primeros mo–
mentos en un buque de g uerra español, volviendo á los tres
dias á
la ciudad donde permaneció tranquilamente hasta el
año 70, que el General Aparicio bizo flamear la bandera del
partido Nacional contra la opre ion y el robo. El gobierno
de D. Bernardo Berro premió sus importantes servi cios,
dándole sucesivamente los g rados de Sargento Mayor y Te–
niente Coronel.
En la revolucion de Aparicio fué preso Amilivia por órden
del gobierno de Batlle el dia 18 de Abril de 1870, habiéndolo
tenido en la cárcel de Montevideo, sufriendo toda clase de
privaciones y vejámenes, 93 días justos, sin otro motivo que
porque era blanco
y
s uponían debia estar en comunicacion
con los Generales Aparicio y Bastarrica, sin que nunca se
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