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pero que nunca mereció el fin
trágico y sangriento de su
muerte.
El Coronel Lallera sirvió con el gobierno del esclarecido
ciudadano D. Bernardo Berro en toda la campaña del 63 al
65, mostrandose en todos los combates como un valiente
y
aventajado oficial de infanteria.
Emigrado desde el 69, hizo la campaña de Entre-Rios bajo
las órdenes del General Medina, pasando al t erritorio orien–
tal cuando aquel jefe
invadió nuestra república.
En la revolucion del 70 mandó en jefe un batallon que hizo
proezas en todas las batallas.
Emigrado nuevamente cuando el Pacto de Abril, tomó una
parte activísima en todas las conspiraciones y r evoluciones
posteriores
llevadas á cabo por los emigrados, y por último,
el año 85, se lanzó á la r epública con un pequeño grupo de
hombr es contra el gob ierno de Máximo Santos, en cuyo hecho,
si bien fué desgraciado, pues cayó prisionero á los pocos dias
de haber invadido, demostró, t anto él como sus abnegados
compañeros, una audacia y valor sir, límites.
Preso en la cárcel del Crímen en Montevideo una larga t em–
porada, so-pretesto de ventilar la cuestion de la muerte del
General Flores; adquirió allí la
en~ermedad
que lentamente
lo
condujo al sepulcro.
Sirvan estas lín eas, pues, ya que no hemos hecho su biogra–
fia, como lo hubiéramos deseado, de un recuerdo, aunque débil
,
dedicado á la memoria de un amigo y de un patriota.
El Coronel D. Pedro Ferrer nació el año 1817 en la villa Tri–
nidad, departamento de F lores en la República Oriental.
Sus padres fuero n D. Pedro Ferrer, español
y
Dª H erme–
negilda Velazco, oriental.
Nacido y creado en la época guerrera de nuestra indepen–
den cia, no tardó mucho en tomar las armas para defenderá
la patria, empezando sus ser vicios militar es cuando recien cum–
plía diez
y
seis años.
Producida la anarquia por el General D. Fructuoso
River~
el año 1836, Ferrer se alistó en las filas del gobierno cons ti–
tuido y se encuentra en la accion de Yucutujá, donde son de.
rrotadas las fuerzas nacional es. El mismo año se halla en la
pelea del Durazno en la cual el General D.
Ianuel Oribe der–
rota al General Rivera.