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prueba hasta la evidencia su fuerza de alma y su arraigado
patriotismo, es el siguiente: Despues de la derrota de Yucu–
tujá vino á Porongos Ferrer, y citado por Flores para marchar
con la gente que babia reunido, prefirió, antes de servir con
él y ponerse la divisa colorada, pegarse un tiro en el muslo
izquierdo, única herida que tenia en su cuerpo. Esta cir–
cunstancia, pretestando que se le babia disparado una pis–
tola, lo salvó de servir con s u enemigo y en cuanto estuvo
sano, se presentó nuevamente al General Oribe.
Y agreguese á ·este hecho las veces que, como sucedió en la
revolucion del 70, el Coronel Ferrer ante los intereses para t'l
sagradísimos de la patria, abandonó su familia en el extrangero
para ir donde el deber de ciudadano lo llamaba; advirtiendo
que pocos como él, mas cariñoso y amante de los suyos; pero
ante su patriotismo no habia intereses, ni familia ni nada: todo
lo posponía y lo sacrificaba por su patria.
Esto e ra el infortunado amigo á quien le dedicamos este re–
cuerdo.
El Coronel D. Pedro Rada empezó
á
servir desde soldado el
año 1836, en el batallon de Estramuros que hacia el servicio de
policia de la capital de Montevideo. El General D. Francisco
Caraballo comenzó tambien sus servicios junto con él y en el
mismo batallon.
Pasó luego al Regimíento
1°
de dragones, al mando del Co–
mandante D. Gregorio B:orgara, haciendo toda la campaña hasta
el año 38 en que emigró junto con el General Oribe y la mayor
parte de sus correligionarios. En esta campaña fué ascendido
á
Alferez.
Desde esa fecha hasta el año 84 que falleció en esta ciudad,
pobre y á consec uencia de los disgustos que sufria por el
fraca so de la primera intentona revolucionaria del Coronel
Lallera,
y
la prision que tuvieron que soportar en la provincia
de Entre Rios, el Coronel Rada encontróse en las acciones de
guerra siguientes, habiendo ascendido sucesivamente en todas
ellas has ta la alta gerarquia militar que tenia;
y
prestando sus
servicios alte rnativamente en las Repúblicas Oriental
y
Ar–
gentina:
En la batalla denominada «Cabeza de vaca », en el desiert1
contra los indios de Baigorría.