-
474 -
En
esto~
encuentros sirvió como soldado distinguido, y en
la accion de Cagancha, en que tambien se encontró poco
desp ues, fu é ascendido á Alférez de Guardias Nacionales .
Emigrado el General Oribe p ara la República Argentina
en el año 38, F errer se retira á su pueblo y allí lo encuen–
tran los sucesos del año 43, en que invade la r epública aquel
general al mando de un ejército de las tres armas.
En el acto Ferrer se le presenta á Oribe á ofrecerle sus
servicios y se encuentra el año 44 en la accion de la Palo–
ma, y luego en Solis, donde se salvó milagrosamente, cuando
Rivera derrotó al General D. Ignacio Oribe. En este últim©
combate fu é ascendido á Teniente de Guardias Nacionales.
El año 45, sirviendo bajo .las órdenes del General Nuñez,
fue ron sosprendidos en el Rosario por Flores y Calengo. Fer–
rer se escapó con el mismo General y juntos fueron per–
seguidos.
El 46, siendo ya Capitan y mandando en jefe un pequeño
escuadroB, sorprendió y derrotó al General Flores en el Rin–
con de los Tucutucos del Rio Negro, quitándole á este su
caballo, espada y hasta el sombrero.
El mismo año y bajo los órdenes del General Nuñez, der–
rotaron otra vez á Flores en el districto de Porongos, en
el paso de las Muchas.
A principios del año 47, siendo primer jefe de Porongos el
Comandante Velazco y Ferrer el segundo, fueron sorpr endidos
en una noche de tempestad por una fuerza de mas de 300 hom–
bres al mando de los jefes Máximo Perez y Brijido Prio. Ferr er
dormia en una altillo tranquilamente, pero recordóse á los tiros
y gritos que daban los asaltantes.
Darse cuenta de la situacion y arrojarse por la ventana de una
altura considerable, con la espada en la mano
y
correr á la
plaza, todo fué obra de un instante. Desgraciadamente habian
sido derrotados sus amigos
y
tuvo él que fugar, marchando
solo y á pié hasta la casa del Sr. D. Juan Gonzalez, retirada
del pueblo, donde al otro dia se le reunió alguna gente y con–
siguió con ella tomarl e inmediatamente el pueblo al enemigo.
En el mismo año y habiendo sido nombrado Comandante del
punto, se presentó el General Rivera con unos 800 hombres y
rodeó á la poblacion que, á la sazon, era bastante pequeña.
Ferrer con solo 80 hombres
y
cási sin municiones,
y
con un