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de la decision en que estaba contra el Gobierno, y muy fácilmente pudieron
tambien alcanzarse las consecuencias que deberia producir por su carácter pre–
cipitado é imprudente la fund ada resistencia del Gobierno á la venta de sus
presas. P ero, redoblan do éste sus esfuerzos en lleva r adelante el plan adop–
tado de neutra]i
;r.ar, en cuanto Je fuese posible, las animosidades, que presea·
tian habian de declinar en reales hostilidades, insistió en las esplicaciones que
le babia hecho, demostráudole con toda claridad los gravísimos inconvenientes
que determinaban su existencia; abundando en conceptos significativos de su
amistosa disposicion hácia la Francia, y de sus vivos deseos en mantener
incólumes las relaciones de buena inteligencia con el Gobierno de S. M. el
R ey de los Franceses.
>
P ero una conducta tan obli gan te para el Cónsul de Francia, fu é la oca–
sion indicada para que á sus alevosas hostilidades agregase la perfidia, y
consiguientemente pasase á la escandalosa ruptura de que son testigos los ha–
bitantes todos de Montevideo. Atribuyendo al Gobierno deferencias y co·
nesiones que ni babia soñado, suponiendo facilidades que las resiste el decoro
y honor N acional, y abundando en
inexactitude~
que solo fueron inventadas
por su
e~píritu
insidioso, tuvieron lugar las notas
(3,
4, 5, 6,
7
,).
>
Desde este momento principiaron ya los procedi mientos hós tíles contra la
autoridad legal por parte de los Agentes de la Francia; desde este mismo
momento retractaron su compromiso sobre ciertas
deferenci.asque habían pac–
tado guardar, unas con relacion á objetos de poca importancia, y otras á
objetos de mayor interés, cual era la captura de la goleta
Loba,
á cuya per–
secuciol!, cerno piráta, se babia prestado, exigiendo las señales que dist inguian
este buque. Desde este momento los AgentLs de una nacion grande como
la F rancia, no se avergonzaron de ponerse en un punto de vista de que se
ruborizaria un simple particular. Pero, ¡ojalá hubieran allí detenido sus pa–
sos! ..... Su in fame plan estaba concebido,
y
ellos resueltos á llevarlo á
ej ecucion, sin pararse en los medios por infames é iníquos que ellos fuesen.
Para poner en abie1tas hostilidades á aquel Estado con la República Argen·
tina, - con esta nacion hermana con quien Jo ligan simpatías naturales, les
convenia colocar en el Gobierno al hombre funesto, indicado como vil instru–
mento de los Agentes de la F rancia; á un caudillo rebelde que no babia
trepidado en atacar las leyes de su patria, que por saciar su criminal é ilimi·
tada ambicien, babia, con rostro sereno, hecho correr la sangre de sus com–
patriotas, destruir rns fortunas,
y
arruinar la tierra que desgraciadamente lo
vió nacer. Mas claro á D. Fructuso Rivera, á ese gemo maléfico, que sin
mas reglas de conducta que su inmoralid ad, si n otro carácter que el de
acaudillador de una horda desoladora, sin otro sentimiento que el de dominar
sobreponiéndose, á todos los estímulos del pudor, de la decencia y de la mo·
ral, se presenta hoy insolente, ejerciendo en la R epública Oriental la mas
tÍránica dictadura, sosteniendo las injustas miras de los Agentes de la Francia
y
tan enemigo de su patria como de la República Argentina.
, Tomaron ocasion con motivo del nombramiento del Brigadier General
Don Guillermo Brown para la direccion de los [armamentos
y
mando de la