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darles siempre la necesaria importancia, conocen Vds. todos los manejos y

las consecuencias que han dado y seguirán dando; y que les pondrán reme–

dio cuando les convenga y puedan, y que sino pueden, mal irá la cosa, por

imposible, lo que hará decir paciencia-Yo lo que puedo decirle es que de

lejos se vé mejor que de cerca.

• Hay cosas que se ven y otras qu<;!

no se ven. Bueno es conocer unas y

otras. Se ven allí dos Generales y algunos Coroneles que se quieren erigir en

árbitros de ciertas fracciones de territorio, pretendiendo tener á sus habitantes

como autómatas, eso se vé; pero lo que no se vé es que para realizar sus ho–

nestos

~nes

han preparado la impo5icion de otro que aspira á hacer lo mismo

en todo,

h~ciendo

maniquíes de sus auxiliares, pero alentando, envaneciendo

á esos mientras sirven para minar la aut'oridad del General en J efe, que es un

obstáculo para hacer revivir el pasado, como son obstáculos tambien todos los

que han iniciado y desarrollado maravillosamente una resolucion que nunca han

aceptado, porque lo que quieren es la restauracion de esas viejas influencias,

que pésele ó no al pais les daba el dominio de todas las voluntades, aun de

las mas libres, por medios que saben manejar maestramen te, aun cuando de–

grade el carácter nacional, y sofoque toda noble tendencia, porque eso no les

importa un bledo.

Aquí uno de esos colegas que me impusieron á pesar mio, y que nos

acompañó mientras otros quedaban encargados de funciones importantes; de–

claró apenas llegado á tierra, que un movimiento debió haber tenido lugar al

dia siguiente de nuestra salida del campo, y eso para echar al General en Jefe.

Tan seguro creían esto aqui, que el

jefe nato del partido,

por su cuna, su

fortuna y su inteligencia, decia que su pedestal se h abia afirmado, pues mi

venida y la destitucion del General Ap aricio, era la realizacion de largos tra–

bajos.

Al hecho: dicen que el General Medina tomará parte en las resoluciones

ds guerra.

El Gene!al Benitez ha sido derrotado .

• Necesario es dominar al Norte y me he puesto en comunicacion con los

jefes que

alli

tienen prestigio .

Espero que podremos luego operar de manera que recobre nuestra revo–

lucion el prestigio que le hicieron perder las miserias que dieron por resul–

tado el contraste del Sauce, merced á quien dirigía el Centro, al organizador,

que iba á cambiar

faz del Ej ército y en quince dias entrar en la Capital.

Mañana me voy á las Pampas,

leguas aden tro, donde me internan por

pedido del Gobierno del General Batlle, con cuyos agentes están en corres–

pondencia los políticos del ejército para arreglarse, apesar de la declaracion

de que solo habia amnistía; cuidado con los pasteles!

• No dejaré de cumplir con mi deber.

Sé que nuestros amigos están en el

orte. Hagan V des. al Sud lo que

puedan.

No nos tratarían aquí tan mal si no fuera la creencia de que la Revo–

lucion está en derrota;-conviene h acer ver que eso es imposible y que las