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-

· «

Vamos á

"la

libre eleccion, sí. Que nos conduzca á ella un gobierno

tolerante con los buenos, y firme con los malos, sean blancos 6 sean colora–

do;, gobíerno prestigiado y respetado por todos los partidos que se viesen

en él representados, gobierno que respete y haga respetar todos los derechos

del ciudadano sin distincion de colores políticos y que obedezca á todos sns

deberes de mandatario .

>

Ocuparse de esto es ocuparse del bien primordial para el país-es el pri·

mer paso indispensable que h ay que dar para no esponerse á estar mostrando

en lontananza, allá en el horizonte, un bello ideal, irrealizable porque no nos

muestran los caminos que conducen á él y que lo hagan realidad.

>

Pero todo esto es un sueño. Antes que lo dijera yo en mi carta al

Dr. Lamas, Vd. lo había dicho: «el obstáculo es Batlle y su círculo.» Dice

usted: «pero una solucion semejante ha de encontrar resistencia á la vez en

el

General Batlle que ha de querer mostrarse celoso del principio de autori–

dad que cree representar» . . • .

<

¿Qué hacer entonces? ¿qué hacP.r desde que todos estamos conformes en

que el estorbo para el bien del país es ese gobernante que se tapa los oidos

para ser él solo en no oír los votos de todos?

Con las armas trata el país de desarraigar ese gobierno que Je oprime y

que ahoga sus legítimas aspiraciones. No sé si al fi n de la batalla, de esa

batalla que alguien que se tiene por político cuerdo, aunque novel, desea se

perpetúe, no sé si llenará la revolucion armada su patriótico empeño.

>

Pero conste, Dr. Ramirez, que hemos hecho y que hacemos, nosotros los

revolucio~arios

lo que ustedes los semi-revolucionarios no solo no hacen sino

que no dejan hacer.

»

En el campo de la guerra, ahí es tan esos · millares de combatientes que

nuestra bandera de reorganizacion ha levantado, bandera que ya han regado

con torrentes de sangre de patriotas.

>

En el campo de la paz, ahi tiene usted la transaccion pérfidamente burla–

da por

Ca~aballo

en el Corralito y la proposicion del General Aparicio al Go–

bierno de Montevideo,-ahí .estan los documentos oficiales todos de la revolu–

cion, en armonía con esos altos y elocuentes hechos.

>

Eso es lo que hemos hecho para sacar al país de la situacion actual y

crearle una situacion nueva.

»

¿Que es lo que ustedes han hecho en igual 6 semejante sentido?

»

Y si nada h an hecho, ¿que piensan hacer?

b

¿La convencion? ¿pero como vamos á llegar á ella?

»

De Vd. muy afmo. compatriota y S. S. Q. B. S. M.

fztan fosé de Herrera.

Buenos Aires, Enero 30 de 1871.