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buen entido del pueblo; porque sus abuso , us orgías, sus
dilapidaciones, us atentado , han ultrapa ado toda barrera y
se han hecho intole rables al país entero! H e ahí e n concreto
lo que la propia prensa situacionista d e Montevideo viene de
día en dia increpando
al
bando liberti cida que escandalizó al
mundo con la implantacion de la Dic tadura en la Republica,
y
que, de desborde en desborde, ha llegado á entronizar un
gobierno aun ma fun est o y oprobioso, i cabe, que la Di c t adura
m1 ma.
~ Habitantes
de la R epública!- A
vo otro mejor que á nadie
corresponde júzo-ar de la ituacion act ual del paí , compar ada
con la anterior al 20 de Febrero del año 1865.
»
¡Cuánta diferencia, cuánt o contra t e entr e una y otra!
>
De una parte, una admini tracion moral, r ect a inteligente;
dando cuent a y razon de lo dinero público ; echando la ba e
del créd ito nacional; protejiendo la vida, la propiedad, lo dere–
chos del ciuda dano;
y
como con secuencia de e a bella p r emi–
sas, el comer cio, la agricultura, la gan adería, el ala r t e rritori a l
adquiriendo proporc ion e
or p r e nd nte . - De otra parte la
prepotencia de un caudillo e rijid o en dueño ab oluto de la
Nacion
y
en di pen ado r de los b ien e
y
fortuna del p u eblo:
y
con él,
y
tras él, el cao administrativo, el r obo oficia l organi–
zado, las emp r e as en ban car rot a, el comercio en ruina, la
Campaña insegura y de poblada y el al or de la propiedad por
ti e rra .
" ¡Y como i t odo e t o no ba t a á colmar la medida del
sufrimi ent o, las gabela y contribucion e d e día n di a en a u–
ment o, h aciendo ma profunda la mi ería del p u eblo!
»
Estrangero
!- Pública es la t endencia de nue tro ant ao-o–
nistas político , en hacernos apar ecer como n migo irrecon–
ciliables de vo otr o ; vale d cir, en emi go de lo homb r q u
nos trae n ciencia , a rtes, indu tri a , capitale
para ilu tra r ,
embellecer y fomenta r la ri qu za d e nue tra tierra. E ta p ro–
paganda ll ev ada oficialmente á la misma Europa, incul ada n
la mente de los inmigrantes a un ant
d e pon r
1
pi e n lo
bajeles y r eproducida sin de can o e n s u arribo á nu tra
playas, es ta n ridícula y calumnio a, como ridículo y alum–
niosos son los carg o con que pret enden hacerno odio o a
elemento estrangero.
, Los hechos, sin embargo, hacen ya imposibl e esa propaganda
aleve. Inquirid, estudiad las r e pectiva condicion
d lo