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donar a.l enemigo, que consiguió su objeto, embarcándose en
los buques á que ya nos h emos referido; dejando en poder de
aquellos algunos bagajes y un trozo de caballada, este último
tomado en la descubierta antes de la refriega.
Las ventajas que
materialment~
tuvo allí el General Caraba–
llo fueron debidas esclusivamente á la posicion que ocupaban
guarecidos dentro del monte, hiriendo á mansalva, se puede
decir, á los que atacaban.
El batalloncito del Coronel Arrue solamente tuvo 27 bajas y
por el estilo . los demas. Allí murieron tambien el Capitan Go–
mensoro del batallon «20 de Setiembre» el jóven Laguna, ayu–
dante del Coronel Salvañach, y uno de los hermanos Morosini.
Fueron heridos los oficiales Cabral y Grajales.
Entre muertos y heridos tuvieron loo revolucionarios como
unas doscientas bajas.
En Corralito el ejército del gobierno tuvo mas de trescientas
bajas, no alcanzando á cien las de los revolucionarios.
En la persecucion que el General Aparicio hízole
á
Caraba–
llo hasta Soriano, abandonó este varias carretas con los heri–
dos de Corralito, que fueron atendidos de la mejor manera por
los revolucionarios.
El General Aparicio antes de moverse del campo de batalla
en Corralito para emprender la p ersecucion, prendióle fuego á
una gran cantidad de la municion tomada, y se abandonaron in–
finidad de fusiles por no t en er donde cargarlos.
Con motivo de estos sucesos se cambiaron dos cartas inte–
teresantes entre los señores D. Bernabé Rivera, y el doctor don
José Pedro Ramirez, Secretario el primero del General Muniz y
redactor el último de
El Siglo
d e Montevideo; cuyas cartas am–
plían mas estos detalles, y las cuales reproducimos al final de
este capítulo, para completar la crónica de los sucesos narradós.
Debemos tambien hacer constar aquí, por los méritos que
contrajo ante el país, que en el pueblo de Dolores se constituyó
una comision compuesta de los señores.]osé' M. Ruiz, como Pre–
sidente, Jacinto Figueroa, Tesorero, Miguel
J.
Gran é, Secretario,
y como vocales los señores Bergaechea, Alciaturi, Goicochea,
Risso, Pages, y Torbino con la noble y humanitaria ·idea de for–
mar un hospital para curar
á
los heridos de Corralito y Soriano,
habiendo sido atendidos una infinidad de ellos. -
Despues del combate de Soriano, el ejército revolucionario
marchó para la ciudad de Mercedes, contramarchando de aquí