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" Siento que en este momento me falte tiempo material para continuar la
presente.-Me dice Caraballo, que no obstante la proposicion de Aparicio, lo
que realm€lllte queria aquella gente era esplotarlo para que se pusiera al frente
de la revolucion contra el gobierno."
Esta última parte de la correspondencia sino fuese ridícula se–
ria infame; tras la felonía, la calumnia. La disculpa del amigo del
general Caraballo, lo coloca
á
este en peor situacion; vale menos
la enmienda que el soneto.
Vamos ahora
á
darlas ampliaciones dedatosque hemos ofre–
cido.
Uno de los jefes revolucionarios que aceptó de peor talante
lo convenido en la conferencia, como así se lo espuso al General
Aparicio; que hubiera querido se entregasen en el día los ene–
migos óquequedaran las cosas en el estado en que se encontraban
c12ando el parlamento, fué el Coronel D. Julio Arrue, que ese
dia y en la batalla de Severino se había portado bravamente. En
el ejército tambien se miró con desagrado la excesiva confianza
tenida con el enemigo, de quien siempre es mas prudente des–
confiar.
Los primeros infantes revolucionarios que rompieron el fuego
en la batalla del Corralito contra los cuadros del ejército de Ca–
raballo, fueron los de los Coroneles Guruchaga, Visillac y Arni–
livia, teniendo de res.ocva
á
los coroneles Arrúe, Lallera y Es–
tomba.
Esta infanteria, mandada en jefe por el General Bastarica, y las
caballerías del General Medina portáronse valientemente en esa
jornada mereciendo un elogio especial de este General en una de
las varias cartas que escribió en esos dias el señor Juan José Soto,
concebida en estos términos:
<
Muniz ocupaba nuestra dere–
~
cha, Bastarrica el centro con la infantería que se batió en ca–
«
zadores bizarramente contra los cuadros enemigos, y la iz–
«
quierda las divisiones de mi mando, las que llevaron una car–
<
ga impetuosa que pusieron en completa derrota al costado
' derecho enemigo, dejando el campo sembrado de cadáveres.
«
Los gefes de estas divisiones lo son coroneles Rodríguez,
«
Ferrer, Geremias, Olivera y Emeterio Pereyra que se han
<
portado valientemente ;,
El dia 30 á la tarde el Coronel F errer que iba de vangua¡rdia
del ejército revolucionario, descubrió al General Caraballo en
los montes de
s..
iano; inm®diatamente lo comunicó al General