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Habla
Al Siglo.
L A DERROTA DE CORRALITO
• No podemos menos de hacer una severa censura á los que se complacen
en trasmitirnos noticias falsas - ¿6 creen que se sirve á la causa .disfiguraudo
Jos sucesos y cantando victorias donde solo han existido reveses?
• E se cargo lo hacemos á todos en general y P.n particular á nuestros am i-
1!º
el Mayor Cuevas, que ha debido despues · de haber combatido como bravo
en el campo de batalla, tener el coraje de decir franca y lealmente la verdad
á sus ami gos.
• Cuando el Mayor Cuevas, portador del parte oficial, decia por el telé–
grafo que habíamos triu nfado, nosotros no pocliamos dejarlo ele creer así, y
de comunicarlo por boletines á nuestros lectores, para satisfacer la ansiedad
pública.
>
Sirva, pues esta esplicacion de disculpa á nuestros amigos y á la pobla–
cion en general.
»
¿Se quier e algo mas esplícito ? Estas mentiras, así como su
deslealtad para con el enemigo, lo hundieron mas al General
Caraballo que sus mismas derrotas ; pues estas no son deshon–
rosas sino cuando son resultado de la cobardía
ó
de la
trai~i on,
y
la mentira
y
la felonía siempre son indignas
y
deshonran al
que las comet e.
Léase entre tanto la correspondencia ofrecida :
" Caraballo me tlice que especialmente aceptó la conferencia para dejar
caer la tarde, en presencia del estado de sus municiones y la incerti<lumbre
consi.,uien te á un combate que ya se hacia interminable, en ayunas ellos y
sin u na gota de agua para aplacar la sed. Y es claro que solo por eso acep–
tó, pues lo que Aparicio proponía ahora, era lo mismo : que propuso antes
y
el Gobierno no aceptó.
" Nin R eyes propuso que ambos ejércitos camparan sobre las
mismas líneas
que ocupaban.
R echazó Caraballo reservándose acampar donde le conviniese
conformándo e A paricio, y su pendiendo la conferencia para continuarla al
otro
dia por estar oscureciendo ya
¿
e habria propuesto Nin R eyes dar un ma–
lon esa noche?
" P ue tos en retirada en columnas paralelas, buscando ngua primero, y
despue algo para comer y re guardar e de nuevos combates en la mañana si–
guiente; y
á
pena
3
leguas di tante del campo de batalla, recien advirtió
don Ianuel araballo, que habia desaparecido toda la divi ion Pay andú con
l rigoyen á la cabeza como jefe del primer R egimiento. Hicieron alto; lo bus -
aron: pero en vano- habia de aparecido y con ella se habia marchado tam–
bien el jefe de E tado Mayor A tana ildo aldaña., que babia salido del campo
de batalla y en el ejército no e le encontraba.