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Aparicio, quien en vista de ser ya de noche dispuso acampar

para operar al día siguiente, ordenando sin emb argo

á

dicho

Coronel que vigilara al enemigo constantemente.

Al otro día de mañana, despues de descubrir á la gente del

gobierno que estaba tratando de pasar la isla de Lobos en la

barra del río Negro, dispuso el General Aparicio que lainfan–

teria, al mando del General Bastarrica y de los Coroneles Amilivia

Guruchaga, Arrúe, Estomba, Lallera, Britos y Visillac, pro–

tejidos por una fuerza de caballería al mando de los coroneles

Ferrer y Salvañach y del comandante E stomba y otros jefes pe–

netrasen en el monte, en el paraje den ominado Rincon de ·1a Hi–

guera, y trataran de impedir el embarque delas tropas enemigas

en el vapor Coquimbo y algunas lanchas que habían venido de

Mercedes con ese objeto. El resto del ejército campó frente al

Río Negro.

Para penetrar al monte no tenia mas entrada que un boqueron

ó callejon cubierto de esterales, donde ya el enemigo estaba es–

perándolos parapetado entre el monte.

Los partes siguientes dan cuenta detallada de como se les reci–

bió:

" Campamento de Soriano, Noviembre 1 de 1970.

"

Al S r . Comandante Gener al del Ejército del N orte, General D. Fran·

cisco Caraoallo.

" En cumplimiento de las órdenes de V. E . para sostener este punto

y

hacer

pasar el ejército

á

la isla, tengo el honor de poner en conocimiento de V. E . que

como á las 9 de la mañana el enemigo en número como de 600, compuesto

en su mitad de infanteria; trajo un fuerte ataque

á

la entrada del potrero don–

de estaba campado, siendo recibido por las fuerzas de nuestros batallones "Vo–

luntarios del Salto" á las órdenes del T eniente Coronel don Hipólito Coronado

y

el "3° de cazadores"

á

las órdenes del T eniente Coronel D . Eduardo V az–

quez, trabándose un reñido combate en que el enemigo ha sufrido una baja

enorme en sus infantes, quedando en el campo como r 50 muertos, entre éstos

tres oficiales

y

un jefe, al parecer muy mal herido.

" Me es grato recomendar

á

V. E. para que se sirva elevarlo al conoci–

miento del Superior Gobierno, el valor

y

arrojo de los T enientes Coroneles

don Hipólito Coronado

y

don Eduardo V azquez, como tambien

á

los ofi–

ciales de ambos cuerpos.

" N o teniendo mas pérdida que 30 individuos de tropa heridos.

" Dios guarde á V. E. muchos años.

Manuel Caraoallo

".