REVOLUCIÓN DE
~NGLATERR.A.
477
Al mismo tiempo se hacian los mayores esfuerzos
fuera del 'Parlamentó para que terminase Ja disputa
surgida entre ambas Cámaras. Burnet juzgó que la.
importancia de la crisis le autorizaba
á
divulgar el ·
gran secreto que le fuéra confiado por Ja Princesa.
Sabia, dijo, por ella misma, que desde hacía mucho
tiempo estaba firmemente resuelta, aun en el caso de
llegar al trono según el curso ordinario de suce–
sión,
á
entregar su poder, con la sanción del Parla–
mento, en manos de su marido. Danby recibió una
vehemente
y
casi dura reprimenda de la Princesa.
Escribióle que ella era esposa del Príncipe; que su
único deseo era obedecerle; que la más cruel injuria
que pudiera inférirsele era presentarla en competen–
cia con él,
y
que nunca miraría como verdadero
amigo al que tratase de hacerlo (1).
XLV.
LA PRINCESA ANA OTORGA SU ASENTIMIENTO AL PLAN
DE LOS WHIGS.
Aun quedaba
á
los tories una esperanza. Tal vez
Ana quisiera insistir en sus derechos
y
en los de sus
"
hijos. No se economizó ningún esfuerzo con el pro-
. pósito de estimul ar su ambición
y
llevar la alarma
á .
su conciencia. Su tío Clarendon desplegó especial–
mente gran actividad. Sólo algunas semanas habían
trascurrido desde que la esperanza de riqueza
y
pode–
río le había hecho IJegar los principios de que hicie–
ra alarde
tod~
su vida, abandonar la causa real, unir-
(1) Burnet,
1,
819.