REVOLUCJÓN DE lNGLATERRA.
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XIX.
DEBATES Y RESOLUCIONES DE LOS LORES.
El lunes vol vieron
á
renu irse los Lores. Halifax fué
elegido para la presidencia. El Primado e, taba ausen ·
te;
tristes y apesadumbrados los reali tas; los whigs
muy contentos
y
llenos de animación. abía e que
Jacobo había dejado una carta al partir. Algunos par–
tidarios suyos pidi ron que e publicase, en la debil
esperanza de que tal vez contuviese prnposicinnes que
pudieran servir de base para uu arreglo feliz . Esta pro–
posición
fué
aprobada
y
presentada. Godolphin, que
no era tenido por enemigo · de su antiguo amo, pro–
nunció algunas palabras que no dejaron lugar
á
duda.
ccHe visto el documento,
dijo,
y siento muclto qite rio
haya en él nada que'{J1wda satisfacer
á
VV. SS. ,,
Es lo cierto
que no contenía ninguna expresión de arrepenti–
miento por pasados errores, ni tampoco dejaba entre–
ver la esperanza de no volvet', en lo futuro,
á
incurrir
en las mismas faltas, y culpaba de todo to sucedido
á
la malicia de Guill rmo
y
á
la ceguedad de una ua–
ción alucinada por los pomposos nombres de religión
y haci enda. Ninguno se aventuró
á
proponer que
se entrase en negociaciones con un Príncipe, en
quien el único efecto producido por la más severa
disciplina de la desgracia, parecía tan solo haber sido
empeñarle más obstinadamente en
l error. Se habló
algo de una información sobre el nacimiento del
Príncipe de Gales, pero los Lores whig·s acogieron la
proposición con el mayor desdén.
ccNo espe1'aba, Afilo-
1·es,
exclamó lord Felipe Wharton, antiguo
cabeza 1·e-