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LORD MACAULAY.
fuese puesto en libertad; pero esta proposición fué re–
chazada (1).
Había ya casí terminado la tarea del Consejo en
aquel día, y Halifax se disponiaá levantarse cuando se
le informó que habi11. llegado un mensajero de Sheer–
ness. No podía darse suceso más enojoso
ni
más oca–
sionado
á
duda
y
perplejidad. Hacer algo ó no hacer
nada, era incurrir en grave resposo.bilidad. Halifax,
deseoso tal vez de·poder comunicarse con el Príncipe,
hubiera suspendido la sesión; pero Mulgrave suplicó
á.
los Lores que permaneciesen en sus asientos, é intro–
dujo al mensajero. El cual dijo su relación con lágri–
mas en los ojos, y presentó una carta escrita por el
mismo Rey
y
que no iba dirigida
á
ninguna persona
en particular,
sino
implorando la ayuda U.e todos lo
buenos Ingleses (2. )
VIII.
:MANDAN LOS LORES QUE EL REY SEA PUESTO
EN LIBERTAD.
Era casi imposible mirar con indiferencia tal lla..
mamiento. Los Lores mandaron
á.
Feversham acudir
á
toda prisa con un regimiento de Guardias de Corps
al lugar docdc el Rey estaba detenido, con orden de
ponerlo en libertad.
Ya por este tiempo Middleton y algunos otros par–
tidarios de la causa real se hablan puesto en marcha
para asistir
y
consolar
á
su infortunado amo. Hallá-
(1)
M
•
de
//ali{ax;
Citters, dic. 18
(28),
1688.
(2)
Mulgrave,
heseña. de la Reuolución.