REVOLUCIÓN DE INGLATERRA.
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terminó evitar una acción mientras le fuese posible.
e refiere que cuando dijeron
á
chomberg que el
enemigo avanzaba y estaba resuelto á pelear, con–
testó con la sangre fría del táctico seguro de su ta–
len to:
«Será lo que nosotros queraraos.»
No era posible,
sin embargo, evitar en absoluto las escaramuzas entre
las avanzadas de ambos ej ércitos. Guillermo deseaba
que en tales encuentros no sucediese nada que pu
diera lastimar el orgullo ó excitar la venganza de
Ja nación que intentaba libertar. Así, pues, con admi · .
rable prudencia colocó los regimientos ingleses en
los sitios donde parecía más inminente el riesgo de
la pelea. Las avanzadas del ejército Real estaban
compuestas de Irlandeses, lo cual fué causa de
que.enlos insignificantes combates de esta breve campaña,
los invasores tuviernn de su parte la más profunda
simpatía de todos los fogleses.
LIV.
ESCARAMUZA DE WINCANTON.
Verificóse el primero de estos encuentros en Win–
<Canton. El reg·imiento de Mackay, compuesto de sol–
dados ingleses, estaba cerca de un cuerpo de tropas
irlandesas que mandaba un compatriota suyo, el
valiente Sarsfield. Mackay envió un pequeño desta–
camento,
á
las órdepes de un alférez llamado Camp–
bell, en busca de caballos de bagaje. Campbell en–
contró en Wincanton lo que necesitaba, y se disponia
á
salir de la ciudad, de regreso
á
su campamento,
cuando se aproximó una fuerte sección de las tropas
de Sarsfield. Los Irlandeses eran cuatro contra uno,