REVOLUCIÓN DE INGLATE:ij,RA.
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II .
RUSSELL PROPONE AL PRÍNCJPE DE ORANGE UN DESEM–
BARCO EN INGLATERRA.
En mayo, antes del nacimiento del Pl'íncipe ,!ie
Gales y cuando aun no se sabía con certidumbre si
la
Declaración de Jndulgenci,a
sería leída en las ig lesias.
Eduardo Russell había salido para el Haya. Hizo pre–
sente con g-ran vehemencia al Príncipe de Orang·e el
estado de la opinión pública,
y
aconsejó
á
S. A. pre–
sentarse en Ing·laterra
á
la cabeza de un buen cuerpo
de ejército, llamando al pueblo
á
las armas.
Guillermo había advertido al primer golpe de vista
toda la importancia de la crisis.
Alwra
ó
nunsa,
ex–
clamó en latín di rigiéndose á Dykvelt (1). Con Rus–
sell, empleó lenguaje más reservado; convino en que
los excesos del Gobierno demandaban remedio ex–
traordinario, pero habló con g ran viveza de la proba–
bilidad de la derrota y de las calamidades que ésta
tra ria con igo sobre Ingfaterra
y
sobre el continen–
te. 'abia muy bien que muchos de los que más habla·
ban de acrificar u vida y hacienda por la patria,
vacilarían cuando vieran cerca de
í
la per pectiva
de otro
Trilni,nal
sang1·iento.
1
ecesitaba, pue , ·contar,
no con vag·as prote tas de adhesión, sino con invita–
cion e
terminantes .) promesas de ayuda uscrit&s
por hombre poderosos y eminentes. Ob ervó Russell
que ería pel igro o confiar el ecreto
á
gran número
d per ona,,
á
lo cual asintió Guillermo, dicieudo que
{l)
·Aut nunc, aut nunquam..
- .us.
de
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en,
citado por
\ agenaar, lib.
LX.