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LORD AfACAULAY.
leng uaje altivo, á publicar su Declaración y amena–
zando con destitució n inmediata á todo el que se ne–
gase
á
obecleccr- Redactó-e la orrlen y se en vió
á
la
impren ta. Recogióse luégo. Envióse á Ja imprenta
por segunda vez,
y
po r
egunda vez tambián fu é
recog ida (1). Los partidario del rigor ind icaban un
plan diferente: que se citase á Jo Prelado que ba –
bían firmado la petición ante Ja Comi ión ec:csiá tica
y que fu esen arrojados de sus
edes. Pero á tal me –
dida opon ía el Con ojo podero as objeciones. Habíase.
an unciado la convocación de las
ámaras JJara antes
de fin de año. Los Lores se,,;uramente anulaJ'ía.n Ja
sentencia de de titución. In
i.
tir!an en que ' ancrof
y
los demás peticionarios fu e en llamado al Parl a–
mento, y se negarian
á:
reconocer un nuevo arzobi po
de Canterbu ry 6 ub nuevo obi po d Bath y Well . D
este modo, la leg islatura, que aun sin _esto s ría bas–
tante borra coi;&., empezaría por una lucha á muerte
entre laOoronayla alta Cáma ra. Así, pu<' , si se juzga–
ba necesario ca tigar
:í
los Obi. pos, el castigo clcbía ser
conforme
á
lo pre crito en el procctlimi nto ordinario
de la ley
iñglc~a.
'underland habíase opilCsto de de
ur: principio, i;ólo en la medida de su atrevimiento, ·
á
la orden del Consejo.
urgió ahora una medida flUe,
aunque no exenta de inconv ni ente , hubiera ido la
más prudente y di¡.pia que podía adoptar el Gobi rno
despué de tan larga serie de rrrorc . El Hoy, obrando
magn ánima y maje tuo¡¡am ·nte, podría anunr;iar al
mundo que Jamen taba hondamente Ja conrlncta poco
resp tuo a de la Iglesia anglicana, pero que
no
podía
olvidar todos los servicios pr
tado por la Iglesia. n
época de prueba, á
vU
padre, á
U
hermano
y
á
él
mismo; que como amigo de la libertad de conciencia
(1)
Citters;
ibí1I.