REVOLUCIÓN DE I GLATERRA.
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IX.
CONVOCACIÓN DEL P ARLAME TO .
El edicto que proclamaba que los derechos de adua··
nas seguirían cobrándose como antes, anunció tam–
bién que en breve debía reunirse el Parlamento . o
sin mucho recelar y después de larg·as vacilaciones,
se habia decidido Jacobo á convocar las Cámaras del
Reino,
á
pesar de ser la ocasión propicia como nin·
guna para las elecciones generales.
unca, desde el
advenimiento de la casa de Estuardo, hablan pare–
cido tan favorablemente dispuestos para con la C01·te
los Cuerpos constituyentes; pero el temor que aque–
jaba al nuevo Soberano tenía muy distinto ori gen, y
no puede mencionarse, aún después de tanto tiempo,
sin indignación y vergüenza. El temor de J acobo
era incurrir, convocando el Parlamento, en el des –
agrado del Rey de Francia.
X.
RELACIONES DE JACOBO CON EL REY DE FRANCIA .
Poco importaba al Rey de Francia cuál de los dos
partidos ingleses triunfase en las elecciones, pues des–
de la Restauración no había habido un solo Parlamen–
to, cualquiera que fuera su politica in terior, que no