REVOLUCION DE INGLATERRA.
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LI.
LAS CLASE¡> JORNALERAS.-LOS SALARIOS.
Lo que da má
s exacta idea de la situación de las
<:!ases humildes
ct.elpueblo es el precio de los salarios,
y
como en el siglo xvn las cuatro quintas partes de
la
cla e trabajadora se dedicaban
á
la agl'icultura,
tiene para nosotros especial importancia el fijar el
precio del salario del cultivador del campo en aque–
lla época. Acerca de este asunto disponemos por for–
tuna de los medios necesarios para llegar á conclu–
s iones que bastan para nuestro propósito.
Sir Guillermo Petty, cuya aserción es de gTan peso,
nos informa de que el labrador, que por un día de
t1·abajo recibía cuatro peniques, además de la comida,
-O
bien ocho peniques corriendo de su cuenta lama –
nutención, no podía considerarse mal pagado. De
modo que, según el cálculo de Petty, cuatro chelines
á
la semana era uu buen salario en lbs trabajos del
campo
(1).
Tenemos abundantes pruebas de que este
cálculo no se apartaba de la verdad. A principios de
·1685 los Mag·istrados de Warwickshire, en uso de las
facultades que les confería una ley del tiempo de
Isabel, fijaban en sus reuniones trimestrales una ta–
rifa de salarios para el Condado, estableciendo,
B.l
mismo tiempo, que todo el que pagase más de la suma
fijada, ó el jornalero que recibiese más de lo que es–
tablecía la tarifa, se harían igualmente acreederes al
(1) Petty's:
Poli tical Arithmelic,