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Desde luego, la r espectiva. constelación
debe haber
sido muy distinta de las Pléyades a la que se han r emi–
tido casi siempre los indios informant es de los cronistas
ya p or manía, no debiendo ser pocos los errores intencio–
nadamente in
ducidos; no sólo porque vieron a los espa–
ñoles como a
destructor.esde su civilización y profana–
dcres de su
r eligión, sino-allí donde pudieron-les me–
tieron gato por liebre, p ór temor al
castigo de sus mis–
mos dioses. El indio, hasta. hoy, es sumamente timorato
y sup ersticioso; y estamos segur os de que, en la época de
sus tratos con los cronistas, tenían profundamente arrai–
gadas su
convicciones religiosas y muy bien aj ustadas a
la t eogonía de la civilización quechua o de los incas. Hay
qu e conocer el carácter del indio. Hoy mismo proceden
de igual modo con los
rnistis
(Mestizos ) y han de tener
mucho afecto por ellos para confiarles un secreto de sus
ritos super sticiosos, hasta un simple cuento folklórico.
L a1·i,
pues, conservado hoy en el
departamento de
Puno como nombre super sticioso del zorr o y trasmitido
en el escrito antiguo qu e estamos comentando, no puede
ser-al menos es una
hipótesis más
aceptable-sino el
apelativo
corrompido del nombre
sagr ado
del
zorro,
llari,
en la mitología de los incas; ya que la letra L, co–
mo lo hacen notar muy bien Gonzales Holguín y Torr es
Rubio, no existía en el quechua puro de los incas. (1 )
P ar ece que soy el primero que dá la
t raducción de
"illay" por
Cú'nst elación,
o mejor, brillo
determinado.
Reduzcámonos, por el momento, a manife tar sobre este
punto .que lógicamente en quechua el infinitivo " íllay ",
tomado como sustantivo, significa
"brillo ", de modo
(1 )
Con posterioridad a marzo de
1938,
en la
reproducción
que del "Excertas Aymaru·Aymara etc. ", de Fray Baltasar de
Salas, hace el presbítero
J.
Vise.'lrra F .-La Paz
1901- y
en escrito
que aparece allí fechado " en Copacahuana a XXX de j unio de
161 "
he hallado cierto reforzamiento, casi afirmación, de mis
asert~s;
pues a la letra dice en la pág. 48: "35. De sus bosques,
criptas, pilares
y
f igurones; de lauchas, así llaman a. los zorri·
nos recién uacidos, _a los ratones y ratas, a las comadreJas y achu–
llas; tarujja , llaman a los venados
y
renos,
y
a los antílopes;