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samente ajustadas; desde el descanso que forman la conver–
geneia de las dos escaleras exteriores y que penetra en el
espesor del muro del óvalo, parte otra escala doble de cinco
peldaños, que dá acceso a la plataforma. La Condamine ha–
bla de rampas y dice que había otra entrada por el extremo
NE del óvalo.
(Lám. XI). Sobre la plataforma hay dos
cuartos de seis metros diez, por tres cincuenta, incomunica–
dos, con paredes adornadas por nichos y con amplias puertas
hacia el exterior: la de la una estancia al
E.
la de la otra al
O. [Lám. XII y XIII].
Para La Condamine
Jorge Juan y Antonio Ulloa,
Humbolt y Rivet, el Inca-pirca es una fortaleza, un tambo
de los que había a lo largo del camino Real de los Incas,
aunque más importante que muchos, por ser, quizás, resi–
dencia imperial a temporadas y cuartel principalísimo para
las tropas de los Hijos del Sol.
(1) La Condamine y Juan
y Ulloa, aplicaron a la interpretación militar del edificio la
ciencia
estratégica de su época; Rivet y Verneau se conten–
tan con decir: "La destination de ce monument ne peut
guér prcter a discussion.
Sa situation sur un éperon qui
domine une vaste plaine, la· forme méme du terre-plaine, la
dispotition des bátiments au pie de celui-ci, tout montre a
.J'
evidence que a
1'
Inga-pirca était un
tambo
fortifié impor–
tant, 'ou
1'
Inca devait s' arritér fréquemmant au cours de
ses deplacements et oú devait resider en permanence une
assez forte garnisonll {2).
Conócense muchísimas fortalezas incaicas e innumerables
tambos y ni unos ni ótros se asemejan, ni de lejos, al Inca–
pirca de Cañar. lo que es un poderoso argumento en contra
de la teoría anterior; no siéndolo en su favor
la situación
del edificio, pues también Coricancha está junto a los escar–
pados barrancos del Huatanay (sobre los que se levanta
sostenido por terrazas el muro curvo que sirve de ábside al
templo de Santo Domingo) y no muy distante del cauce del
Tulo-mayo, en un espolón que domina los campos de Hurin–
Cuzco.
Del arte militar cuzqueño subsisten innumnables cam–
pos atrincherados, siempre hechos en la cumbre de una emi–
nencia, en los que varios fosos y parapetos concéntricos
constituyen la obra defensiva (3); una variante de éstos, de
(l) LA CONDAM INE transcrito por RIVET ct VERNEAU. Op.
cit.
pg~.
83
90.
JUAN
y
ULLOA. Relación hiat·óri<:a del viajo
a.
la. América.
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t.re.Madl'id MOUUXLV III, Vol. 11 , pgs.
(2)
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VERi!i ~:AU.
Op. ci•. pág.
~3.
(3)
JTJON
y
CaA ~lAÑO.
Contribución
al conocimiento do
Jos
aborfgcuos do lmbabura Madrid 1914 pgs. 23
y
24, Lárns. IH-IV. Es-