Palacio de la H. Municipalidad de La Paz.
América, entonces paralelo a otra calleja
que ahora se nombra Tiquina.
Desde 1555, en que la fama de la na–
ciente población paceña había llegado a la
metrópoli, por las ingentes riquezas natu–
rales del suelo y el espíritu emprendedor
de sus escasos habitantes, la nueva ciudad
tuvo el escudo de armas que le concedió
el emperador Carlos V, con la ajustada frase
que dice: "Los discordes ·en concordia, en
paz y amor se juntaron y pueblo de Paz
fundaron para perpetua memoria". Desde
entonces, el lema legado por la Corona ha
inspirado los actos más notables producidos
·en la ciudad y hoy nadie podría ·enrostrarle
una deslealtad al mandato así otorgado.
269