DEFENSORES
DE LA CONSTITUCIÓN
por
ALFREDO GUILLÉN PINTO
E
STE es el mote glorioso que los universitarios
y
estudiantes
de La Paz han conquistado para sí. La defendieron siempre.
Desde los oscuros tiempos de Melgarejo. Y contra todos los tira–
nos. No sólo asumiendo una posición doctrinaria o predicándola
con su habitual arrogancia juvenil. Tampoco sumándose a las al–
garadas politiquerasJ que no hacen juego con su orgullosa indepen–
dencia
y
su ambición de metas azules. Ellos viven fuera
y
encima de
todos los partidos
...
Lo hicieron enarbolando los derechos del pueblo
al tope de sus almas e irguiéndose sobre una barricada: tribuna para
decir sus imprecaciones contra los bárbaros de la política
y
para
iniciar sus combates, ofrendándose gallardamente al holocausto, si
ello fué menester.
·
1871 .
..
1930 .
..
1946 .
..
Hitos rojos hacia el perfeccionamiento
de nuestra democracia. Rebeliones juveniles que contagian
y
arras–
tran al pueblo
y
dieron lustre
y
prez a nuestra ciudad.
La ruta quedó jalonada de víctimas, es cierto. ¿Cuántas? j1ncontables!
jQue pudiéramos recordar, cuando menos, los nombres de los estu–
diantes! Apenas unos cuantos se presentan al azar: ]osé Pérez Matos,
Pastor Gutiérrez, Gerardo Suárez, Julio Sánchez de Loría, Eduardo
Román, Béngel Camberos.
. .
Los demás se han perdido.
Pero téngase seguro que si la ocasión se renueva,
repetiránse~
asimis–
mo, las hazañas. Las realizan tan sencillamente. Sin alardes. Con
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