prisioneros, y otros escapaban a toda ve·
locidad.
"Todavía -informa el parte- en me·
dio del incendio los enemigos seguían -sus
fuegos con una tenacidad increíble; tanto
era el furor que había sabido inspirarles
el famoso capitán con la perspectiva del
pillaje y del desorden". Y en otro sitio:
"Los trofeos obt-enidos en esta jornada son
19 cañones, multitud de rifles y fusiles, to–
do el parque del enemigo y más de mil pu·
ñales, muchos de ellos ensangrentados, que
el malvado había repartido con el objeto
de pasar a degüello a la mayor y más se–
lecta parte de la población. Según esto,
el triunfo del 15 ha salvado no solamente
los derechos y garantías, sino a la sociedad
misma, que habría perecido como en un
cataclismo. Han caído en nuestro poder 950
prisioneros entre titulados generales, jefes,
oficiales y tropa. Por consecuencia de la
lucha del 15 tenemos muchas casas en es–
cómbros, hemos incendiado nuestros lares;
muchas casas han sido saqueadas por los
enemigos en el fragor del combate; hay
multitud de familias sin hogar ni vestido.
La sangre de lo más brillante de nuestra
juventud ha corrido a torrentes. 'Estábamos
resueltos a seguir la suerte de Numancia,
de Sagunto y de Zaragoza, y arrasar nuestra
ciudad, antes que lo hiciera el enemigo,
como lo hizo Moscow en nuestros modernos
tiempos. Así es que hemos reconquistado
palmo a palmo nuestra libertad, haciendo
correr arroyos de sangre por nuestras ca–
lles".
Efectivamente. El pueblo, que esperaba
una oportunidad, la tuvo y la aprovechó.
~o
había sido vana su espera ni inútil su
sacrificio. Volvió a vencer, y las victorias
del pueblo eran siempre victorias de la li–
bertad.
MELGAREJISMO CQNTRA BOUVIA
El coronel Agustín Morales fué nombra·
do presidente provisional y la secretaría,
encomendada a Casimiro Corral. Los pri·
meros actos del nuevo gobierno se orienta·
ron a aliviar la situación de quienes lo ha–
bían perdido todo con la lucha y, en segui·
da, declarar sin valor los actos del anterior
gobierno, por los menos en lo que a ad–
ministración interna se refería. ReconocÍ·
miento de méritos, ascensos y· honores para
los que combatieron, y esta disposición to–
caba, ·en su mayor parte, a los militares;
pero no sólo ellos habían derribado la ti–
ranía.
El
pueblo no había pedido nada. Es–
taba conforme con haber cumplido su
misión.
A los cuatro días del combate dispúsose
la devolución de las tierras de comunida–
des a los indígenas y se creó una junta de–
partamental para intervenir en las trans·
acciones sobre las tierras pertenecientes a
nativos; se convocó a una Asamblea para
constitucionalizar el país,
y
se ordenó el
secuestro de los bienes de Melgarejo y sus
Ministros. Dejóse sin efecto los derechos
que se exigía a los estudiantes; se acometió
la reconstrucción del hospital de varones;
se devolvió el mercado Sucre, que servía
de cuartel; se autorizó a don Crispín An·
qrade y Portugal la instalación de un Ate·
neo Industrial, conforme a las normas de la
enseñanza libre; , se constituyó una junta
industrial con la asociación de ingenieros,
agrimensores, constructores y mineros · d·e
crédito; suspendióse la acuñación de mo·
neda feble que circulaba con el nombre de
" 1
. "
d
pesos me gareJOS , crean o en su reem·
plazo el peso de 900 milésimos; se devolvió
a las municipalidades su papel. En ese pe·
ríodo, debido al auge de la explotación ar·
gentífera, aparecía para el mapa de Bolivia
la localidad de Antofagasta que anterior–
mente se llamaba La Chimba.
. Mientras sucedíanse otros actos de .polí–
tica menor, se efectuaron las elecciones en
una evidente atmósfera de · libertad. La
asamblea se instaló en La Paz el 18 de ju·
nio de 1871, ante la cual, con enérgica fir–
meza, presentó su renuncia presidencial el
coronel Morales. Se la discutía por los re·
presentantes nacionales, quienes formula-
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