LOS CRONISTAS DEL PERU
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éieza de León también nos
cu~nta
de cómo los quipucamayos contaban
a los hombres "más retóricos y abundantes de palabras" las hazañas del Inca
cuando éste moría, aunque nos dice
tam~ién
que Ji el gobemartte había sido
malo, lo callaban y perdían de la memoria, convirtiéndose así en una cróni–
ca e .historia oficial solamente
de
los buenos gobernantes, Émtendiéndose tam–
bién -que ñahía ''el juicio de los muertos" del antiguo Egipto, o juicio de re–
sidencia post mortem. Y esta tradición era tan continua,·que "por las bocas
de los unos lo sabían los otros,
9-e
tal manera, que hoy día entre ellos
cuem~
tan lo que pasó ha quinientos años, como si fueran diez".
Agrega' cómo estos quipocamayos "luego que era muerto el (rey inca),
al sucesor en el .imperio le decían, casi por estas palabras: "¡Oh Inca grande
y
poderoso, el Sol y la
Lu~a,
la Tierra,. los montes y los árboles, las piedras
y
tus padres te guarden de infortunio y hagan próspero, dichoso y l::¡ienaven–
turado sobre todos cuantos nacieron! Sábase, que las cosas que sucedieron
a tu antecesor 'son éstas". Y luego, en diciendo esto, los ojos puestos al
suelo y bajadas las manos con grande humildad le debana cuenta y razón de
todo lo que ellos sabían; lo cual podrían muy bien hacer, por que entre ellos
hay muchos de gran memoria, subtiles de ingenio, y de vivo juizi9, y tan
abastados de razones, como hay día somos testigos los que acá estamos e
lo ·oímos". (Señorío, cap. citado).
CAPITULO III
LA PINTURA TRADICIONAL
El cronista español don Pedro Sarmiento de Gamboa, al hablamos de
la
vida y hechos notables del Inca .Pachacuti Yupanqui, señala que él fué, no
sólo el gran conquistador y legislador sino el más grande amante de la tra–
dición imperial. Dice literalmente: "Luego (Pachacuti) hizo ayuntamiento ge–
neral en los más antiguos y sabios del Cusco y de otras .partes y con mu–
cha diligencia escudriñó y averiguó
l~s
historias de las antigile<;lades de esta
tierra, principalmente de los ingas, sus mayores, mandólo pintar, . y mandó,
que se conservasen por .la orden, que diie, cuando hablé del modo, que·
hube en el exam9!1 desta historia" (H. de los Incas). Ratifica esta afirmación
el cronista cusquéño Cristóbal de Melina, en sus "Fábulas y Ritos de
lo~
Incas", al manifestamos: "Y pára entender donde tuvieron origen sus idola–
trías, por que es así que éstos no usaron de escritura
y
tenían en una· casa
de el Sol llamada Ppquen Cancha, qu.e es junto al Cusco,
la
vida de cada uno
de
los
Inqas
y
de las tierras que conquistó pintado por sus fiquras en unas
tablas,
y qué origen tuvieron; y entre las dichas pinturas tenían assi mismo
pintada l'a fábula siguiente .. ," (se refiere al diluvio universal y otros
datos~ ,
El Virrey don Francisco de Toledo envió al Rey de Espafia cuatro paños
en los que iban pintados la genealogía y tradición incanas, qbra artístico-bis-
'
.