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VICHI-VILELAS

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tambres coloreados agitarse con el viento

se agrupan en rebaño, alarmadas por la

vista desusada y se dejan matar como los

indios quieran"

(LXI).

VICHI. Apodo familiar y afectivo de

Vicent.e. Este sustituto ·se resuelve en una

forma apocopada con inflexiones quichuas.

En el 'Perú úsase aparte de Sheuto, el

derivado Vicho

(Lxv... ).

VICHIAR. Nombre con que se expresa

la acción de observar, espiar, atisbar, del

portugués "vigiar".

VICHITIANAN. Nombre de lugar en

el Dto. Atamisqui. Acaso en Loreto.

Lugar donde suele estar Vichi (Vicente)

(nI),

del quichua "tiay": estar. Acaso es

una voz corrupta de "pichi": armadillo.

VIDALA. Nombre con que se designa

un canto triste, que se acompaña ·con el per-

- cutido de la caja. Es, música y letra, una

canción eminentemente popular que se can–

ta en el carnaval. Solía usarse la ''vidala''

para ensalzar a los caudillos de nuestras

grandes gestas políticas.

VIEJA-DEL-AGUA. Nombre de un

pez, llamado también "huipo" y científica–

mente Hypostomus o Loricaria plecostomas,

de la familia o del orden de los Silúridos.

Es un pez pequeño, con el cuerpo y la

cabeza cubierto de placas duras y angulosas.

Tiene las aletas armadas de fuertes espinas.

VIGUI. Apodo familiar y afectivo de

Virginia. Se forma por apócope del nom-:_

bre y .transformación a favor de la tenden–

cia quichuizante del habla popular.

VILELAS'. Nombre de una parcialidad

indígena, de la nación toba, del grupo guay–

curú (

cxv).

Fué a mediados del siglo XVIII una re–

ducción a orillas del Salado y actualmente

una estación del Dto. Matará.

D. Enrique Udaondo dice que "el gran

apóstol de los h1dios vilelas (del Bermejo

y

Pilcomayo) fué el P. Bernardo Castro

S. J ·., argentino, quien dejó escrita una

memoria .sobre las costumbres de .dichos

aborígenes''.

La Reducción de San José de Vilelas (el

P. Paucke escribe Belelas) fué fundada en

1735

por el Obispo del Tucumán Cevallos

que por este mérito fué ascendido al arzo–

bispado de Lima. Dos años después quiso

Jlevar los indios a Córdoba. M;as, quedaron

alg_unas familias de los que se hizo cargo

D. Clemente Jerez "cura antiguo y rico del

partido de Salawina' ', desligándose de

ellas en

1754.

En efecto, en 24 .de diciem–

bre de

1754

el Mtre. D. Clemente Jerez

y

Calderón ''cura y vicario de la Reduc–

ción de Vilelas y Doctrinas de Salavinan

escribe al Cabildo que ''padece aquel cu–

rato de varios abusos e irremediables latro–

.cinios amancebamientos y juegos'' ... ''por

falta de Juez Comisionado activo y de efi–

caz expediente''. Del año

1733

se guarda

una tabla.grabada por D. Clemente Xerez y

Calderón con motivo de la construcción de

una Capilla en Salavina. Dicha tabla se

encuentra actualmente en el Museo de la

Provincia de Santiago fundado y creado

por el autor de esta obra.

Un año antes, en

3

de abril de

1753,

apareGe una petición del Dr. Lorenzo Suá–

rez de Cantillana dirigida al Cabildo. Era

''cura doctrinario de la reducción de Vile–

las ". También fué cura de esta Reducción

el santiagueño P. Martín Bravo, nacido el

11

de noviembre de

1713,

quien desde La

Rioja ''partió a la ciudad de Santiago del

Estero y de aquí pasó a la Reducción de los

Vilelas que estaba en la jurisdicción de

Santiago distante de ella 24 leguas, sobre el

Río Salado''

(XXXI).

El P. Mar:tín salió de

Santiago con el P. Ruis rumbo a Vilelas el

3 de julio de

1751

y llegó

el

día 4 del mis–

mo mes a la Reducción.

En la Presentación del Procurador Ge–

neral de Santiago D. Claudio de Medina y

Montalvo dice: '' ... y a costa de vida ·y

caudal de ellos (de los santiagueños) se han

hecho tres reducciones como son las de los

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