290
SOCONCHO
a Pero López de Ayala que con 25 de a
caballo fuese el río arriba hasta llegar a
Soconcho, que 15 leguas de· allí estaba''
(xxv1). En mayo (más o menos) de 1544
llega Heredia y Almadén a Soconcho. Por
esa fecha se incendiaba el real de Medellín
y resuelven abandonar Soconcho, tomando
rumbo a los diaguifas. Cuando vuelven a
Soconcho de su regreso de los comechin–
gones corría el año 1545.
En la probanza de González de Prado,
uno de los testigos, Miguel Sánchez de
Lantidilla dice que sabía "se quemó i::l di–
cho asiento de Soconcho adonde se nos que–
mó la comida que teníamos e fue necesario
yr a descubrir otra provincia adonde obie–
se comida e fue el capitan Francisco de
Mendoza con cierta gente a la provincia de
los yigitas adonde se hallo mucha cantidad
de comida ... ''
En 1565 una hija del Capitán Julián Se–
deño fué desposeída por Aguirre del repar–
timiento de Soconcho y M;anogasta.
En 1578 estuvo acampado en Soconcho
el Gobernador Gonzalo qe Abreu y el Ca–
pitán Tristán de Tejada en camino del des–
cubrimiento de Trapalanda ''ayudo aser
la gente para la dicha jornada (los Césares
y Trapalanda) y teniéndola hecha y alo–
xada a la rredonda de soconcho pueblo de
su magestad ... ' '·
En 1586 D. Juan Ramírez de Velasco
hace una petición al Cabildo, tocante al
pago de sus salarios y al uso de las enco–
miendas de Soconcho y Manogasta.
Y
en
carta al Rey del 10 de o.ctubre de. 1587
reitera su pedido
(xix).
En 20 de febrero de 1585 el licenciado
Ruano Téllez fiscal de la Audiencia de
.Charcas dirige una carta a S. M. tratando
asuntos de los repartimientos de Soconcho
y Manogasta.
En 5 de
setiembr~
de 1587 Juan Rodrí–
guez declara ''e vió que después de aver
allanado alguna parte de los indios co–
marcanos y estando en servidumbre los di–
chos dos pueblos de soconcho y manogas–
ta"
(XLV).
En 10 de enero de 1590 el Cabildo de
Santiago envía al Consejo de las Indias una
carta suplicando se confirme .a D. Juan Ra–
mírez de Vela.seo en el repartimiento de
indios de ''
Loco~cho
y Manogasta que le
dió la Audiencia de las Charcas por sus
trabajos de pacificación habiando consegui–
do poderse transitar por aquellas provin–
cias sin riesgo alg,uno '' (Arch. Gral. de
Indias 74-4-19).
Fechada en Madrid en 16 de marzo de
1594 e dirige una Real Cédula pidiendo
informes sobre lo manifestado por el caci-·
que Andrés de los pueblos de Soconcho y
Ma.nogasta de que los Gobernadores sacan
de aquella provincia indios para esclavos.
(Arch. Gral. de Indias P. 140, 122: 3, 5;
L
9
1
<>,
F
0
46) .
Hay en Córdoba, entre Nono y Yacanto,
un lugar con el nombre de Soconda o So–
conta o
Y
ocunda o Sotunzo o Chotunzo.
Probablemente a él se refiere el P. Cabrera
cuando al hablar de la inmutación de la
'' s'' en ''y'' dice que Soconcho en los títu–
los primitivos de 1575, 1584 y 1595 apare–
ce con el nombre Yocunda o
Y
ocunta. El
mismo autor explica luego su significado :
bosque del dulce o de la miel, del huarpe
allentiac "conta" o "cunta" : bosque y
del vilela '' tzuquet'': dulce.
Para D. Andrés A. Figueroa Soconcho
significaría: pueblo o lugar donde hay gen–
te de corazón, del quichua '' sonko '' : cora–
zón y
''cha'' partícula que s.egún dicho
autor querría decir lugar o que tiene. No
lo creemos posible ni probable, desde que
estas vetustísimas poblaciones eran anterio–
res a la difusión del quichua introducido
después como lengua general. Con todo,
puede recordarse que en el Perú se llama
Soconcha una planta de la familia de las
Labiáceas conocida con el nombre científi–
co de Salvia integrifolia. También, que
en el nomenclador de Cabrera figura, en–
tre las entidades toponomásticas del Valle
de Calamuchita, el nombre de Soconcho.
Contilluando ahora con las noticias histó–
ricas referentes a este pueblo, recordemos