SAJASTA-S'ALAMANCA
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-cilidad se adhieren a las ropas. Es un ar–
busto que cuando es tierno lo come el gana–
do. Es más dura y fina que la " cebadilla " .
SAJASTA. N?mbre de un líquen, lla–
mado también ''barba del monte'' y cien–
tíficamente Usnea barbata o hyeronymi.
Son a modo de largas fibras que forman
copos y cubren los matorrales de una espe–
-cie de algodón o lana verdosa o blancuzca.
Se usa la "sa.jasta" para vaciar las colme–
nas silvestres, para lo cual, después de
empapar dicho líquen en la miel, se lo ex–
prime sobre el "tupo" o vasija de cuero
en que se recoge.
Refiriéndose a este líquen decía el Co–
ronel Barros en su informe de la expedi–
ción al Chaco, en 1887 ''Los pastos se crían
basta la altura de metro y medio y para su–
plir la escasez de agua existe una especie de
musgo llamado '' sajasta'' adherido a las
ramas del monte que tjene la
propie~ad
de aplacar el hambre, reemplazando a la
alfalfa por su fortaleza y la sed, a tal pun–
to que bastaría proporcionar agua cada
ocho o diez días al ganado que toma la cos–
tumbre de comerlo (
cr) .
Contiene fosfato de cal, ácido gálico y
-sales en especial. Es muy medicinal en la
-cura de las enfermedades urinarias y ble-
norrágicas, así como vulneraria en el t r a–
tamiento de · las úlceras tórpidas. Es tam–
bién planta tintórea. Tiñe de amarillo. Los
almohadones henchidos de '',sajast a '' son
muy frescos para el verano.
SAJTA. Nombre de una comida que
se prepara con ''charqui' ' asado y molido,
grasa, cebolla, pimienta y ají, del quichua
"sajta": majar, aporrear.
SALADILLO. Nombre de un río que
corre entre los Dtos. Atamisqui, Oj o de
Agua, Salavina y Quebrachos.
En el manuscrito de 1755 se lee: "Del
Oratorio al Saladillo hay 3 leguas, el cual
solO en 1iempo de agua corre, porque lo
más del tiempo está seco, y bajan de las
Salinas que están al poniente" (xvn ) .
SALAMANCA. Nombre
con
que
se
conoce una leyenda, según la cual en luga–
r e misteriosos, llamados
' 'sala.manca ' ' se
aprenden las artes diabólicas, del aimará
' ' salla '' : peña y '' mancca'': abaj o, o cosa
del infierno.
Según Segovia se conocía con este nom–
bre una
' 'salamandra'' de cabeza chat a
que vive en las cuevas y minas . Los indios
le tenían un t error pánico, pues, la consi–
deraban como una encarnación del espíritu
del mal.
En un proceso que data del año 1761 se–
guido a las inüias Pancha y Lorenza, acu–
sadas de hechicerías, una de ellas confiesa
haber matado ''en el pueblo de Tuama a
un indio colla llamado Melchor, dándole
en comida unos polvos de tár tago ' '. Como
se le preguntara:
''¿en qué Salamanca
.aprendió y qué suj etos concurrían a ella ?",
respondió : '' que en el paraje de los Sauces
a un lado de un montecito donde está un
rincón que es .en la jurisdicción del Tu- .
cumán y que hace el término de seis años
según ella regula, que aprendió en dicha
Salamanca, la que está media.legua adelante
de la estancia de Pascual Diaz y que esto
aprendió en ocasión de ir a comprar maiz;
que viendo que había mucha gente diciendo
habia fandango siguió y llegada al paraje
le propusieron que ya que estaba allí que
aprendiese y. . . que otra vez también vol–
vió a entrar ella de su propio modo, y lle–
gada a la puerta dice que una muj ér gorda
la metió
y
que le dijo que aunque viese
cualquier cosa no t.uvíese miedo ni nom–
brase el nombre de J·esús María
y
José ...
y
vió mucha gente toda en cueros,
y
ella
también pues antes de entrar se desnud8-–
ron
y
vieron un viborón que sacaba la len–
gua mirando a todos
y
que ést e le dió a la
mujer un papel con unos polvos, el que es–
taba liado con un hilo colorado y cabellos,
y
le encargó ·a esta declarante dicha mujer
que aquellos polvos eran par a el efecto de
matar, dándolos en comida o bebida,
y
que
había baile
y
cant o con arpa
y
guit arra, y
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