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INTRODUCCIÓN

trina cristiana que se ha hecho y hace en todas las ciudades de esta provin–

cia.'' Lo que prueba irrefutablemente:

l

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que el quichua estaba vastamente

difundido a pocos años de la conquista; 2

9

que había que

aprend~rlo

para

enseñar a los indios.

Probablemente Barzana no menciona a la "lengua quichua" cuando dice:

''las lenguas más generales que tienen los indios de esta tierra son la caca,

tonocote y ·sanavirona' ', no porque el quichua no fuera también general sino,

simplemente, porque no era lengua natural o propia de los aborígenes de la

tierra, porque era una lengua introducida por los incas, que... si bien la cono–

cían no. ·era suya sino incorporada por la enseñanza y la necesidad. Tampoco

la menciona el conquistador Sotelo de Narváez al hablar de Santiago del Es–

tero én su ''relación'' de 1582. ''Hablan una lengua -dice- que llaman dia–

guita, general entre ellos (recuérdese que Barzana decía que era el tonocote,

no mencionando el diaguita) aunque hay otras cuat:Qo lenguas que llaman

Tonocote, Yndama, Qanavirona y L-i+le"," lo que coritradice lo afirmado por

Barzana, pero que .no invalida la tesis de que conocieran el quichua, puesto

que era la lengua que aprendieron los misioneros para enseñar a los aboríge–

nes del Tucumán. ·

Llama la atención la enorme difusión que el quichua tiene hacia fines del

siglo XVI. En 1595, año en que el P. Lizárraga anduvo por · ·cuyo, se le en–

cuentra como lengua general extendido hasta Mendoza. En efecto, de los indios

de esta ·región dice: ''Es gente poca, subjétq a sus curacas y bárbara; túvo–

los el Inga subjetos y algunos hablan la lengua del Perú, general, como en Tu–

cumán" (J.

A.

Carrizo,

Cancionero Popular de La Riofa).

En 1601 los padres Juan de Viana y Hernando de Monroy evangelizan

entre los lules encontrando, al decir del P. Lozano, que dos lenguas eran

usuales entre ellos, la quichua que hablaba -comúnmente la juventud y el tono–

coté que entendían los ancianos, fuera de la suya lule que era vulgar entre

todos.

Por su parte, el testigo III de la

Probamza de méritos

del pretibítero

santiagueño Diego de Xuarez y Garzón, del 31 de diciembre de 1592, dice con–

testando a la cuarta pregunta: '' ... y le ve hablar muy expedita y elegante-.

mente así la lengua general del Perú que llaman quichua que se habla en el

Cuzco, la cual sabe este testigo, ·como la"lengua de los indios naturales de esta

tierra ... " (Documentos ·del Archivo de Indias para la historia del Tucumán,

de Larrouy, qit., Juan Pablo ' Vera,

El habla vernácula de la provincia de

Catamarca.)

·

Este documento prueba que en la

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mitad del siglo XVI había por lo

menos dos lenguas generales o comunes entre los aborígenes del Tucumán,

una, la lengua del Perú o del Cuzco, llamada quichua ya en aquella época y

la lengua de los naturales, la cacana, que debió ser un dialecto de aquélla.

De este parecer son la mayoría de

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los cronistas antiguos, entre los cuales

el P. Diego de Torres en su primera carta anua de 1609 dice: ''En esta pro–

vincia y gobernación del Tucumán y aún en muchos pueblos de las otras dos

(Chile y Paraguay) corre y se extiende "la lengua del Perú que llaman qui–

chua o del Inga.'' Y agrega: ''Verdad es que hay otras lenguas particulares

en esta gobernación' del Tticumán, especialmente en algunas provincias que

hasta agora no se han sugetado ... ''