Críticos del Inkario
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raza humana sobre la tierra 'aun vacía de habitantes', no es
más que una personificación del primer hombre, y la narra–
ción de su salida y viaje sólo constituye la versión peruana
de los mitos del poblamiento del Mundo, cuyos personajes
son Adán en Ja judía y Manú en la inda. Insiste en que la
seriedad de la historia no puede consentir que a un héroe
que figura en el principio del mundo entero se lo continúe
creyendo personaje de la historia peruana positiva, y fun–
dador de la organización política indígena que precedió inme–
diatamente a la Conquista.
Max Uhle, a su vez, sostuvo (
6 )
que el título
Manku,
lejos
de ser propio de la lengua qhéchwa, es de filiación aymára,
y el nombre Manku Qhápaq es el de un personaje legendario
cuya función es la de representar al último
ayllu
llegado
al Cuzco, y de ningún modo a los
ayllu-kuna
originales de
la fundación. Prescindiendo de la dignidad y magistratura
del
manku,
que es de origen colla, en la lista del Inkario es
menester - según M. Uhle - distinguir otras dos etapas,
caracterizadas por .dos títulos de jerarquía: primero el de
sinEhi,
o jefe militar temporáneo y electivo, que distingue a
los cuatro primeros personajes, todos salidos de los
ayllu-kuna
de
Urin-Qosqo,
y segundo el de
inka
o jefe supremo, propio
del sexto personaje de la lista oficializada y de sus sucesores,
todos pertenecientes a los
ayllu-kuna
de 'arriba', o
Hánan–
Qosqo.
Sólo a partir del sexto, Inka Ruqqa, podría hablarse
de una dinastía, pero en realidad "toda la tradición como
unidad es una farsa", y únicamente poseen alguna verisi–
militud los datos concernientes a los últimos soberanos, más
o menos desde Pachakuti.
Siguiendo esta huella, también el ingeniero Arthur Pos–
nansky, en 1922, se pronunció contra la tradición, en el Con-
( 6 )
MAX UHLE. -
Los orígenes de los Incas,
en
" Actas del XVII Congr.
Intern. de Americ.",
Buenos Aires, 1910,
pp.
302-353.