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J.
Imbelloni: Pachakuti IX
de Max Uhle, defendió con convicción (1934) la idea que el
típico período de acrecentamiento territorial fué único, y
se desarrolló con relativa rapidez, no antes que hubiese ter–
minado favorablemente para el Cuzco la tremenda crisis de–
terminada:.por la guerra Chanca (
9 ).
En estos últimos años ha
/
vuelto sobre esta misma posición crítica el diplomático argen-
tino en retiro Roberto Levillier, quien ha dedicado asusten–
tarla, con gran aparato documental y cálidos razonamientos,
gran parte del tercer tomo (1942) de su obra sobre D. Fran–
cisco de Toledo (
10 ).
Con toda evidencia, el relato de Garci–
laso sobre viajes de los primeros soberanos de
Urin-Qosqo
a los más lejanos límites del Tahuantinsuyo, en son de guerra
y conquista, debe ceder el paso a la narración de Betanzos
y Ondegardo, quienes en el cuadro de los humildes principios
de la dinastía nos describen un proceso histórico más natural
y digno de crédito, atendiendo a que Garcilaso trae luego
nuevas expediciones guerreras del Cuzco hacia las comarcas
que ya diera por conquistadas.
3. - Criterios
y
métodos adoptados en la crítica ·
del lnkario.
Prescindiendo, ahora, del mérito de esas objeciones
-cuyo conjunto, sin embargo, ofrece una apropiada imagen
de la escasa solidez del edificio tradicional - será oportuno
que averigüemos de qué medios se ha valido cada uno de los
Autores mencionados para acometer las creencias· estabi–
lizadas.
( 9 )
JACINTO JIJÓN
y
CAAMAÑO.-
Los orígenes del Cuzco,
Quito, 1934.
( 1 0 )
RoBERTO LEVILLIER. -
Don Francisco de ·Toledo, supremo orga–
nizador del Perú;
Tomo III:
Su contribución a la historia de los 1ncas,
Buenos Aires. 1942.