Críticos del I nkario
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En lo que concierne a González de la Rosa, su punto de
apoyo principal consiste en el significado de la palabra com–
puesta de lengua qhéchwa
Paqáreqtampu
(
11 ),
que este Autor
( 11 )
Paqá-req-tampu (Pacaritambo
de los Cronistas) es expresión india
que ha dado mucho que hacer a intérpretes antiguos y modernos. Su
valor intrínseco es 'lugar o cueva originaria', o 'del nacimiento' o del
'primer aparecer'; sus componentes _son el verbo
paqáriy
'nacer, amanecer,
aparecer' y el substantivo
tampu,
que es 'cueva', 'albergue', 'casa' y sim–
plemente 'lugar'.
Mediante la insistencia en una u otra acepción particular de
tampu
y el trastrueque de ambos elementos en la ordenación sintáctica, se han
obtenido traducciones en gran número, que a veces son puras variantes,
·y otras, reales tergiversaciones. Citamos entre las primeras la traducción:
'casa del producimiento', de BETANZOS, que no desentiende, y sólo atenúa
el valor real, y entre las segundas 'casa de la mañana' de CABELLO DE
BALBOA, y su perífrasis 'casa de la Aurora' de GoNZÁLEZ DE -LA RosA.
CoBo traduce: 'venta, o dormida, que amanece', pero no hace más que
cópiar la versión de GARCILASO, cuyo es el error de considerar que en
esta frase el vocablo
tampu
es igual a 'venta, o dormitorio pequeño'; agrega
el fácil Autor de los
Comentarios Reales,
a modo de explicación oficiosa,
que el lnka le puso tal nombre
'porque salió de aquella dormida al tiempo
que amanecía'
(pág. 19, 1). Deslumbrado por la ilustración de Garcilaso
y su valoración del sentido de 'venta, mesón, casa de forasteros', el Dr.
HoRACIO URTEAGA, no obstante haber antes afirmado que la frase quiere
decir 'la casa que nace', agrega luego
'pero en el simbolismo de las lenguas
aglutinantes primitivas significaba: lugar donde aparecen o nacen los fo–
rasteros' (Colección de libros y doc. referentes a la hist. del Perú,
Serie 1),
tomo
1
(MoLINA) Lima, 1916, pág. 9 nota 12. Permítanos el amigo Dr.
Urteaga que no sólo rechacemos su versión, sino también las opiniones
vertidas a propósito del Qhéchwa, que no es lengua 'primitiva', ni 'aglu–
tinante' en el sentido de Du PoNCEAU, y que de todas maneras en este
asunto de
Paqáreq-tampu
se comporta de acuerdo a la lógica estricta de
la gramática más rigurosa. Efecto general de todas las 'explicaciones'
que acabamos de mencionar es el de no explicar nada, y, con el pretexto
que se trata de pensamientos indios, brindarnos conceptos obscuros e
inaferrables.
RICARDO LATCHAM, en cambio, propone una versión que tiene un
sentido, aunque pronto descubramos que está animado por una personal
y
peculiar hipótesis caldeada por el Autor, sobre el origen de la
gens
lnka,