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J.
Imbelloni: Pachakuti IX
la frente por medio de dos cintas que daban vuelta a la cabeza... En las cere–
monias se cubría la cabeza con la 'mascapaycha', una mitra semicircular
en cuyo frente se colocaba el "llautu', plumas de varios colores estaban fijadas
en los lados y una pluma rosada en la sumidad" (The Incas of Perú,
Lon–
dres 1912, pp. 121-2). Todos ven que lo que Markham describe con el
nombre de
llauttu
es la
maska-paycha
de los Indios, llamada 'borla' por
los Autores españoles
(" la borla, que ellos llaman mascaypaycha",
dice
Sarmiento de Gamboa, p. 84). En compensación, Markham describe con
el nombre de
maska-paycha
al casco ceremonial que aparece en los me–
dallones de los reyes 9°,
lOo,
11
o,
12° y 13° de Herrera y en los reyes 4°,
5°, 7°, 8°, 10° y 11
o
de Guaman Poma. Es evidente, por otra parte, que
la verdadera naturaleza de la
maska-paycha
se ocultaba de igual modo
a la comprensión del cuidadoso
JIMÉNEZ
DE LA ESPADA, cuando, al hablar
de ciertos tocados que h€mos de mencionar en breve, pudo escribir la
frase:
"debo advertir que se asemejan mucho a las mascapaichas, tiaras o
chucos que llevan los incas tales y cuales..." (Tres Relaciones etc.,
nota al
pie de la pág. 158), frase que nos deja asombrados por la confusión hecha
por el escritor madrileño entre objetos tan dispares. Podríamos reunir
muchas decenas de ejemplos similarmente edificantes, extrayéndolos de
los Cronistas principales, pero no es tarea que interese con urgencia.
En base a la confrontación minuciosa de los te.xtos, previa eliminación
de las expresiones dudosas o contradictorias, y particularmente en base
al examen de la iconografía de Guaman Poma, insospechable por su misma
ingenuidad, hemos llegado a la convicción que conviene distinguir:
a)
La verdadera
maska-paycha,
que consistía en un trozo de lana
(en el tocado del Sapa-Inka, de color escarlata) del ancho de más o menos
cuatro dedos, con franja colgante. Se le llevaba en la sumidad de la frente;
más tarde fué preferida una cinta de lana igualmente escarlata, que se
colocaba
"de una sien a la otra"
(Garcilaso, pág. 204);
b)
La venda, o
wincha,
que mantenía a la
maska-paycha
con sus res–
pectivas plumas en la posición frontal,
y
consistía en una cinta que daba
vuelta a la cabeza; corresponde, en la descripción de Markham, a la pri–
mera parte del pasaje citado. En esta forma, más sencilla, abunda en las
figuras de Guaman Poma, quien nos ha dejado un dibujo que no deja
dudas sobre su naturaleza, en la lámina que representa a un Inka orando,
después de haber depuesto en el suelo la
wincha
con la
maska-paycha.
Aparece también en la mayor parte de los medallones de Herrera, mos–
trando, a veces, una mayor consistencia. A este tocado los Autores espa–
ñoles daban indiferentemente el nombre de 'borla'
y
el de
llauto
o
llayto
(correctamente:
llauttu,
con sonido glotal en la última sílaba). Guaman
Poma llama "llauto' también a la escueta forma de sus dibujos, y debe