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J.
Imbelloni: Pachakuti IX
de doctrina, puesto que la arqueología del Perú nos muestra a las claras
que la forma indígena fué la cuadrada y maciza (como se ve en los ejem–
plares que reproducimos) guarnecida con apéndice de cuero. De ningún
modo esto constituyó un misterio para los Cronistas y Conquistadores,
en cuyas relaciones la forma sanítica es llamada 'rodela de Castilla'. Se
deduce fácilmente que la forma del escudo dibujada en la lámina de la
V Década de Herrera es absolutamente arbitraria, y nada tiene que ver
con el armamento de la época cuzqueña independiente.
IV. El
súntur páuqar.
-
La insignia del Sapa-Inka, que solía pre–
ceder a su persona en las ceremonias y las marchas, está figurada una
sola vez en Guaman Poma, y es en el retrato de Wáyna, el último Inka.
Bien sabemos que esta insignia era un asta engalanada con una franja
de plumas cortas de diferentes colores y que traía en su vértice tres plumas
grandes
(CoBo,
III, 286). Cabe observar a este propósito que Guaman
Poma es partidario de colocar en todo caso
tres
plumas erguidas, en lugar
de las
dos
que figuran en las galerías de Herrera y del Inka Dr. Justo
Sahuaraura. El Autor de la
Nueva Coronica
pone tres plumas en el vértice
de cada una de las partesanas, que por tal modo vienen a asumir la función
heráldica del
suntur páuqar,
luego también en
elllauttu,
mientras los reyes
de Herrera tienen sólo dos en la sumidad del mismo. En la galería de Ponce
de León, mientras sobre las cabezas se levantan las dos plumas tradicio–
nales, los
champi-kuna,
en cambio, rematan en tres plumas; éstas sin em–
bargo están recortadas en oro y han asumido el aspecto de hojas de laurel,
más que de plumas. Este motivo debía - naturalmente - trasladarse
a todas las colecciones más recientes que toman inspiración de aquélla
(Ranking, Sahuaraura, etc.).
VESTIMENTA E INSIGNIAS
V. El
k.~ápaq
unku.
-
Todos los personajes de Poma están repre–
sentados con la misma vestidura, que se compone de la túnica, o
unku
(en este caso llamada por los nativos
qhápaq unku
o 'túnica real') y de
la manta cuadrada que se llevaba sobre los hombros, llamada
llakolla;
en los pies la
usuta.
Lo propio dígase de los personajes de Herrera (con
excepción de las sandalias, por ser bustos) y de los de Sahuaraura.
VI. El
tolcapu.
-
Al analizar, más sutilmente, el
qhápaq unku,
sus
adornos y el género que lo compone, conviene tener presentes las minu–
ciosas informaciones de Guaman Poma con referencia al uso del
tokapu,
suerte de finísimo tejido del tipo de nuestros brocados, cuya superficie
estaba repartida en cuadriláteros bastante amplios y cada uno de ellos