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J.
Imbelloni: Pachakuti IX
19.- La crisis de 14·35.
La diligencia puesta, en las páginas que anteceden, para
no interrumpir un solo instante la necesaria fidelidad entre los
hechos y las deducciones, entre la doctrina y la documen–
tación, nos permite ahora hacer uso de un procedimiento
más expedito
y
conciso en estas páginas conclusivas. El lector
ya está suficientemente preparado para reconstruir mental–
mente el conjunto de circunstancias que llamamos con bre-·
vedad 'la crisis del año 1435', y que señalaron en esa época -
lista de
MoNTESINOS
(ver nuestro prospecto en las primeras páginas de
la II
a
Parte). No es el único, por supuesto, pero el más elaborado en sen–
tido historiográfico y el más vistoso y dramático de las
Memorias Histo-
riales
y
Políticas.
·
Llámase el 4° rey Sinchí Kkoski, y su sucesor, el 5° Rey, Manku
Qhápaq (Manku II) mientras el 6° se nombra Túpaq Qhápaq. En la cro–
nología montesiniana el reinado del 4° se coloca en el año 2000 del Mundo,
y el 1000 después del Diluvio Universal "y por esta razón le llamaron
Pachacuti y fué el primero que usó de este nombre", palabras que indican
a las claras que también Montesinos sabía que los Pachakuti 'milenarios'
son los fundamentales y originarios, mientras los 'intermedios' son el
producto de una convención posterior.
A pesar de tan remota antigüedad, ya por el nombre y el apodo, ya
por sus historiales, a nad-ie ha de resultar difícil distinguir en los tres so–
beranos la imagen duplicada de otros tantos personajes del Inkario. Por
el nombre, son geminaciones de Sinchi Ruqqa, Manku Sapaka su hijo
primogénito y Lluki Yupanki su hijo menor. Por la biografía, lo son de
Wiraqocha, del hijo primogénito (con distintos nombres*) y del hijo
menor, que son los respectivo:s protomodelos, situados en pleno sector
de
Hanan-Qosqo.
Consúltense los capítulos IV en su parte final, V, VI,
VII y VIII de las
Memorias,
y se verá que los elementos historiográficos
de las respectivas biografías son los que siguen: ,
*Más propiamente dicho: con distintas encarnaciones, que son (limitándonos al In–
kario): el Inka Urko de Cieza, Betanzos, Cabello de Balboa, Santa Cruz Pachacuti Yamqui
etc.; el nombrado Mango Sapaka de Sarmiento; luego Conde Mayta, el Ink
1
a Roqa, Amaru
Tópaq Inga y Wáyna Qhápaq, según el mismo cronista (párrafo 69).