Pachakuti como persona
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Hifo, confunden los Historiadores Españoles, dando los Nom–
bres de ambos, a uno solo. Entienden los Españoles, que es
nombre de un rei solo,
y
no admiten al Hifo sucesor de Pacha–
cutec, que se llamó I nga Yupanqui, el que tomó ambos Ape–
llidos, por Nombre propio,"
y
le dió el mismo Nombre Inca Yu–
panqui a su Hifo Eredero. A quien los Indios, por excelencia,
y
por diferenciarle de su Padre, llamaron Tupac Inca Yu–
panqui, Padre de Huaina Capac ..."
(
3 ).
Estas acusaciones especiosas (como si el propio Cabello
no fuese español y no escribiese los infolios de su
Miscelánea
más o menos cómodamente sentado en su gabinete, o como
si Garcilaso no redactara sus Comentarios en una ciudad de
España), constituyen un lugar común en la dialéctica de
la Indología del Quinientos y Seiscientos, y 'los Historiadores
Españoles', nombrados en términos generales y despectivos,
han desempeñado con frecuencia el papel de cabríos expia–
torios en las discusiones sobre la colocación del último Pa–
chakuti.
Pongamos atención, mientras tanto, al esquema sucesorio
de Garcilaso:
8° Inka Wiraqocha
9°
»
Pachakúteq Inka Yupanki
10°
»
Inka Yupanki
11
o
»
Túpaq Inka Yupanki
12°
» ·
Wáyna Qhápaq.
en el cual la persona del Pachakuti ha remontado dos pel–
daños con respecto al
Topa-!nga
de Cabello.
El problema se complica, si prestamos atención a otras
fuentes que hacen remontar un tercer peldaño, hasta con–
vertirse el Pachakuti en la persona de Wiraqocha.
''Hallo alguna conjussion
-
declara honestamente Juan
Anello Oliva -
en las historias de los Incas acerca destos dos
(3)
Véase Lib . VI,
cap .
XXXIV
(pág. 216,1).