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J.
Imbelloni: Pachakuti IX
de la partícula
chi
es, prácticamente, como lo dice Holguín (1842), "mudar
cualquier verbo en activo,
aunqu~
sea neutro, como
tiani,
asentarse, en
tiachini,
hacer que se siente, y así muda construcción y toma acusativo
(cta)
aunque no le tiene el simple verbo
tiani"
(pág. 244).
Si queremos construir en Runasimi una frase que tenga el significado
que atribuyen a
Pachacuti
tanto B. Valera como Garcilaso y los muchos
otros historiadores que, haciendo caso omiso de toda exigencia gramatical,
le hicieron séquito, tenemos que recurrir, no ya al
verbo-kútiy,
sino al otro
· formado con la partícula
chi,
según el uso peculiar de esta lengua tan
admirablemente plástica. De la misma manera que de
puríchiy
(hacer
andar) tenemos el participio
purícheq,
el que hace andar, del verbo
ku–
tíchiy
tendremos
kutícheq,
el que hace cambiar o trastornar.
La frase que sigue:
qhápaq pacháta kutícheq,
"el Glorioso que hace
trastornar la tierra", es
1~
única que corresponde, según la índole y la
práctica del Runasimi, al pensamiento solicitado por los Autores que han
traducido en sentido activo, transitivo, la palabra
Pachakúteq.
Obsérvese,
en segundo término, la conveniencia de afirmar sintácticamente la po–
sición de la palabra que indica el objeto de la acción activa o causativa
(obligativa) del verbo
kutíchiy,
la que se hace visible mediante el mor–
fema del acusativo:
pachata,
aunque esta modificación no es del todo indis–
pensable, porque el uso propende a aglutinar los dos términos
pacha
y
kútiy,
considerándolos una sola cosa, inseparable:
pacháta kutícheq
=
pa–
chakutícheq.
Lo imprescindible, en resumen, de la significación activa, o
mejor dicho, obligativa, está contenido en la partícula verbal. Y ésta no
es cosa de poca monta, ni es necesario, en rigor, ser lingüista, para medir
la diferencia que pasa entre los dos verbos
wáñuy,
morir, y
wañúchiy,
matar. Reiterando, por fin, el obligativo
chi,
se obtiene el verbo
wanu–
chíchiy,
hacer matar.
Sin repetir en estas líneas finales todo lo que se ha averiguado en torno
a los valores primarios y derivados de
pácha
y
kúti y
por separado, sería
oportuno -
quizá -
formular nuestra opinión sobre el desarrollo de los
respectivos semantemas.
Pácha
en sus múltiples aplicaciones muéstrase siempre vinculado al
concepto "espacio-tiempo" y asume, alrededor de esta base, todas las
modificaciones· que son requeridas tanto por las necesidades del pensa–
miento concreto, como del abstracto. Si, a manera de hipótesis, estimamos
que las objetivaciones mentales de la categoría 'espacio-tiempo' han te–
nido -
en los pueblos protohistóricos -
esta secuencia: 1
o
superficie
(horizonte, o más concretamente, suelo); 2°, plano o piso (superior, medio