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J.
Imbelloni: Pachakuti IX
el tejido no había recibido aún el baño tintóreo, o el cuerpo humano el
soplo de la vida que se exterioriza en el color encarnado. Desdórase un
objeto dorado,
kutínmi qorinchásqa,
y pierde su color mi cara,
uyáymi
kutípun.
Todos estos deterioros cromáticos están incluídos en el simple
verbo
kútiy.
Si a esto añadimos lo aprendido en las aplicaciones del com–
puesto
pachakútiy,
comprobaremos que la tendencia peyorativa está cla–
ramente incluída en muchas acepciones del verbo
kútiy,
lo que hizo decir
a Garcilaso que "la mayor parte lo dicen
(
pachacutin)
cuando las cosas
· grandes se truecan de bien en mal, y raras veces lo dicen, cuando se true–
can de mal en bien''.
Contradicción flagrante, pues, con respecto a tal doctrina semán–
tica, la equivalencia que el propio Garcilaso sostiene, al establecer que el
vocablo
Pachakúteq
tiene el valor de "Reformador" y "Restaurador", sin
repetir lo ya anotado en nu.estro análisis puramente gramatical.
Esta conversión forzosa del sentido de la palabra es efecto de un pro–
ceso de carácter apologético, y fué
cu~plida
a posteriori,
con grave injuria
para el idioma. Cuándo fué cumplida, y por quiénes, puede ser objeto
de otra rama de la investigación, que se aparta del sector lingüístico para
penetrar en el de la crítica histórica e historiográfica.
Ponemos aquí término a nuestro estudio, que ofrecemos a los colegas
peruanos con toda modestia y cariño, esperando que con nuestra mono–
grafía quede ejemplificado el criterio de las investigaciones particulares
y limitadas a un pequeño campo, seguros como estamos de que su multi–
plicación y ampliaciones progresivas han de ser beneficiosas para inau–
gurar el segundo período del estudio del Runasimi, el que han tenido todas
las lenguas "de cultura", y que representa el tránsito desde el mero apren–
dizaje idiomático, a la fase patrimonial e histórica, o
filología.
Lima, 27 de septiembre de 1939.