...
-Dej
adme reposar para dig·erir el exquisito manjar
qué
le robé al pum
á .
, Esta imprudente confesión lo perdió, porque la bestia
se abalanzó sobre él y, en
ca.st~go,
lo estranguló.
El zorro
y
el sapo
. -Ningún· corredor podría aventaj.atm·e en rapidez. Cin–
co perros me han perseguido y, sin embargo, heme aquí; sano
y .salvo ...
y
tú,
va-mo~
a ver, ¿cómo habrías salido
d~l
paso?
·Estas palabras dirigía, cierta v·ez, un zorro_a un sapo.
--Señor zorro -le replicó éste-. No te alabes .tanto.
Yo te apuesto a -que t ·e ,ganaría una
·carr·er9~ .
-¡!Pobre insensa-to! Como si tú pudieraiS ha·cer otra ·cosa
que saltar .siempr·e en el mismo .sitio, sin avanzar una sola
pulgada. Se reirían de mí si me vieran apostar contigo ...
Sin émbargo, espera ... , acepto. Así te
~rrancaré
de la ca–
beza tan estúpidas pretensiones y
te
hincharás menos cuan–
do tengas que croar.
---:--¡Ah, qué orgulloso es el señor! Y bi-en, st yo sé
cro~r,
, .tú sabes ladrar; ¡pero cuán dif·erentes son nuestras voces!
, A m.í todo el mundo me conoce y nadie h·uye cuando me es–
cucha; por el
co_ntrario ~
cuando
tJú
aúllas por montes y lla–
nuras, todos corr·en para ponerse a salvo. Esa
es
la ,diferen–
cia, señor bribón . . .
-lNada de insultos. :mntr·e g.entes honradas, las cosas se
arreglan con buenas palabras. ¿·Estás dispuesto a
~apostar
que m€ aventaj'as en velocidad?
·
-1Sin duda alguna: mañana mismo, e.n este mismo prado.
1
Y con estas palabras s·e separaron.
A la mañana siguient·e, el sapo se presentó acompañado
de
un
ma~nífico
perro que s.ervi'ría
1
como árbitro en la ca–
rrera. El zorro, por s1:1 parte, trajo un_halcón que
har~a
las
veces de . testigo.
.
Cu,ando s-e dió Ia áeñal, el zorro partió c.amo una flecha
a través de la Il).aleza; pero al cabo de algunos- pasos oyó
ant¡e sí un sonoro
·"huac".
"¡Bah! -se dijo para si-· ; el sapo me lleva ventaja.
Corramos más ligero."
_
Un poco más lejos, otro
"huac"
volvi-ó a resonarr. R·edo-:–
bló sus es fuerzos; pero si-empr1e un terc·er
"huac"
le sorp-ren–
___dió; luego otro más, y, al final, un último, mlás sonoro
y
tr!unfal, antes de su llegada a la meta.
Avergonzado, debió .reconoc·er su derrota; pero se dis-
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