En
dl~iembre
de
i~oé,
en Yanaeoeha
(al·dea.
ubicada
en
la
alta cordiUera), los misioneros dispusieron que la coloca–
ciÓn d·e la cruz se llevaría a ·cabo só1o por ·aquellos que
hu~
bieran cumplido sus deberes- religiosos. En seguida, decla- ·
;
raron ·que todos los matrimonios serían antes
regulariz~dos
al pi·e del altar y que nunca más .se permitirían borracheras
en las fiestas. . .
·
·
Una vez realizados ·estos milagros, ·empezó el trabajo.
Se der
~
itó en un
bo~ue
vecino ·uno de los árboles más her–
. mosos, se limpió de sus ramas y se ·cortó
y
cepilló,
y
de él
se hizo una soberbia cruz de 10 metros de alto. Para al–
zarla y plantarla en la cima de la montafía que domina el
~
pueblo, la faena sería ardua,. pero asi también la cer·emo–
nia seria más hermosa.
D·esde la víspera, una bande·ra ondea sobre la cima.
En
la madrugada del gran dia se celebran una misa y comu–
nión g-eneral. Oada uno vuelv-e a desayunarse a su casa. A
las
lQ,
las canip.anas llaman a los fiel·es;
'lOO
personas se
reúnen ante la iglesia; dos comisiones parten al mismQ ti·em–
po: la de los zapadores, que cavarán el hoyo,
y
la de los
cocineros, que prepararán los ágapes en la CU)llbre.
A las 11 de la mafi.ana todo ·está listo,
y
el pequefio ejér–
cito de cruzados se pone en marcha, encabezado por un ba–
tatón de nifios lle·vando estandartes que no son sino pañue–
los blancos y rojos, a·marilllos o azules, en la punta de una
varilla espinuda. A continuación van las
¿nuchac~as,
sobre
qui·enes .r·ecae el honor de llevar los brazos de la cruz, una
viga de 5 m·etros de largo, que colocan sobre :sus robustos
hombros. En seguida van los hom·bres, relevándose por turno
en ·el trabajo, que se les ha as:ignado de llevar la enorm·e
y ·
pesada viga. La. orquesta anima con los cánticos y m·elo–
düis a la procesión que asciende penosamente por lá cuesta.
A las 12.30 los peregrinos Ueg-an al pi·e de la cima, pero
parece imposible · seguir avanzando. No
se
pued·e subir la
enorm·e viga por ·el zigza;gueante y estrecho sendero cortado
en a:quella masa granitica. Sin embargo, nadie piensa aban-
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donar la empresa. La únlca posibilidad que queda es la de
izar el madero por el flanco vertical de la .montafia.
Atan el ·extremo de un c.able al tronco, mientras el otro .
extremo se lanza a la cumbre, desde donde, a la voz del
que dirig·e la
maniobr.~,
un grupo de
much~chos
vigorosos
va alzándolo hasta la cima.
_
La músi·ca mantiene el entusiasmo
y
lo ·exalta. Los hoin-
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