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atadas a la iglesia, en la
esperan~a
de
que
el sermón sobre
el infierno le haga reflexionar.
,
La prédica par·ece· haberlo imPr·esionado, pues sale man-.
so como un cordeTa, y promete un cambio de vida radical,
siempre que s!e le deje en libertad...
Pero a la noche, aprovechándose de la oscuridad, huye
a la montaña donde· &e oculta
y
no vuelvey la a.ldea hasta
la
pa~tida
de los misioneros.
~
*
· Esta partida da lugar a enternecedoras
manifesta.ci~nes.
Por lo general, toda la población, encabezada por las auto–
ridades, acompaña a los Padrecitos. Suelen llevar ra.mos de
flores fragantes que van deshojando por el camino por don–
de han de pasar los misioneros. Charl-ando y entonando
·cánticos y yaravíes de adiós, avanza el ·cortejo du¡ante ho–
ras, atravesando montañas y valles, hasta que s·e divisa_a
los habitantes de la otra aldea"t que salen
al
encuentro de
los Padres.
A·quéllos se detienen a cierta distancia. Traen estandar–
tes, una gran cruz
y
andas de santos patronal·es profusamen-
te adornadas.
La es1cena de la separ.rución es ·conmovedora. Los del
primer grupo rodean a los Redentoristas, los ojos llenos de
lágrima~
y los bra·zos extendidos para a:brazar1os. Luego,
recomi,endan a
los
del otro grupo: "Trat·e:z:1 ·a nuestros rupós–
tol,es ·con todo ·cariño y cuidado; sobre todo, no les d·ejen
morir de hambT·e;
es~cuchen
y sigan ·COn toda el alma
SUS
buenos cons,ejos".
:Se adelantan, por último, grav.es
y
ceremoniosos, los je- -
fes de
la
otra comun:a y pronuncian la fórmula de etiqueta:
"Padrecito, quisiera besar tu ·mano". Una vez cumplido este
ceremonial, los demás indios se acercan a ellos ofre·ciéndo–
les
flores y repitiendo en coro: "¡Oh bu:enos Padrecitos!
¡ ~Co-
-
razones nuestros! ¡Flor f'in vi-enen a y.ernos, a
pesar
de la
fatiga
y
del calor! ¡Vienen por amor a nosotros, a pesar
de
lo pobres que somos!"
-
Finalmente, los dos grupos
se
separa_n, uno feliz
y
el
otro triste.
*
1
Veamos
cuál
es
·el fruto de estas miSiones. Damos algunas
·cifras anotadas en nuestras crónicas de Huanta, de 1·937:
5,000 confesiones, 7,000 comuniones
y
300 .ma.tri.monios, que
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