pi·edra.s ciclópeas d.·e -los palacios,
y
algunos dibujos groseros,
trazados con plumas de pájaros, sobre las telas funeraria-s.
_ Estos bos,quejos murales variaban-de tonos según el des–
tino de los edificios. ·Algunos ·eran rojos, otros amarillos, mu- .
chos en dos color,es combinados a cuadros. :Mezclados a una
pasta -a,x.cillosa, los color·es se conoorvaban lo bastante líqui–
dos
para ser
e~tendidos
sobre las par·edes en una capa de
quince mi.Umetros de esp:eso¡:.
Lo
que aun su-bsiste mantiene
su dureZia, pulido
y
brillo de
~esmalte,
debido seguramente a
algún
ingr·~diente
desconocido de los _modernos.
Los quichuas de
ho~, .
por lo m·enos aquellos que cons–
truyen sus .casas de adobes·,
emp
1
le~an
un medio más exp·edito
para dar a sus .pinturas un aspecto cj.vHizado. Mace.ran en
agua fría algunas hojas
de nopal, cuya savia pegª'josa hace
las
ve~c·es
de col·a, a la
cv.alincorporan el coloxante de su
elección. Pero no :es tan simple; e5 preciso calcular la me–
dida ·eX!acta. Un exc·eoo de jugo vegetal
espes~a
demasiado
1
el baño y produc·e unas ·costras que :se levantan ·en ampo..
llas, se rompen y descascaJr·an.
.
,
' .
La raza quichua tuvo, sin duda, hábiles fabricantes de
_pinturas, pero ning¡ún artista. La prueba l·a encontramos en
la varia,da e innúm.era 3.!l·farer1a
funexar~a.
Se encuentra ésta .
adornada de fi.guras policromas, la e1eceión de las tonali–
dades
es
acertada,
~e:l
modelado petfecto, pero no se ·ol,>serva
la m-enor noci,ón de perspeiC!tiva, nl combinación alguna de
luces y sombras. Los coloridos son beHos,. pero carecen de
todo r·eHeve.
Como dibujantes, los quichuas de los ti·em.pos incaicos
ignoraban comploetamente la línea curva, lo que·
constituy~e,
ISin duda, un f·enóm·eno curioso; la reempla:zJaban por una
serie ·de rayas cortas.
*
· En ca:mbio, y mucho antes
~que
nosotros, estos indios ·cono–
. cia1_1 y manipulaban varios metales.
Hace 2,300
añ·~s,
e1 uso del cobre fué introducido en ·el
Perú por los mayas que descendieron de la Am·ériea Cen–
tral. El del oro
y
la plata fué importado, hacia la m-isma
época, )Jo.r las pobladas invasoras
prov·entent~s
de las An- ·
ti11as. Unos
y
otros no tardaron en descubrir los riquísi.mos
~
yacimientos de la cordillera: oro, plata, ·estaño, cobre, mer-
curio
y
plomo. ¡Detalle extraño
y
asombroso!, los indios de–
jaron completamente de lado el fierro, no oostante encon–
tr,ar.s·e casi a flor de tierra y en..·enorme abundancia. Acaso
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